miércoles, 29 de octubre de 2014

La mano del payaso


El destino, muy dado a estos juegos, puso hace unos días en mis manos un libro que recordaba haber visto hace años en las de mis amigos más inquietos y mejor enterados: la Antología de la literatura fantástica de Jorge Luis Borges, Adolfo Bioy Casares y Silvina Ocampo. Allí leí un cuento tremendo de W. W. Jacobs, La pata de mono. Trata, como el nombre indica, de la mano maldita de un mono, una mano que tiene el poder de conceder cinco deseos. Cada vez que el dueño de la pata formula uno, la mano cierra uno de sus dedos, hasta que todos quedan recogidos. Pero en cuanto la pata pasa a otras manos, el animal muerto despliega de nuevo sus dedos y el ciclo vuelve a empezar...

Ni que decir tiene que los deseos que concede este talismán diabólico traen la perdición de quien los formula: así, el deseo de recibir una gran cantidad de dinero se cumple cuando el dueño de la pata recibe una cuantiosa indemnización por la muerte inesperada de su hijo...

Pues bien, en esta leyenda, recogida por Elena T., de 1º de la ESO, no aparece una pata de mono, pero sí un cuadro que representa a un payaso muy especial. Descubran Vds. mismos qué me hizo pensar en el cuento de Jacobs:

Una vez hace muchos años una familia feliz compuesta por dos padres y tres niños se compraron una casa y la reformaron. La madre compró un cuadro de un payaso que estaba triste y con cinco dedos levantados, que simbolizaban a los miembros de la familia. Pero cuando el hijo mayor iba directo a la universidad, le asesinaron; entonces, el payaso bajó un dedo y ya solo tenía levantados cuatro dedos. Al día siguiente, la hija mediana iba en dirección al colegio y la atropelló una moto y murió; los padres, que iban al trabajo, tuvieron un accidente de coche, chocaron y murieron, y por último murió el bebé de hambre. El payaso ya no tenía ningún dedo levantado y le salió una sonrisa aterradora. Se dice que llevaron el cuadro a una galería de arte y a quien lo compre le pasará lo mismo o peor.

(Recogido en Navalmoral de la Mata, 24/10/2014)

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