viernes, 12 de abril de 2013

Artemidoro interpreta tus sueños (desde el siglo II a.C.)


Retomamos el tema de los sueños, esta vez de la mano de Laura Montero Gutiérrez, alumna de Literatura Universal de 2º de Bachillerato, quien nos presenta la obra del autor del siglo II d.C. Artemidoro de Daldis La interpretación de los sueños, precedente insigne de la obra del mismo título que escribió Sigmund Freud muchos siglos después.

La interpretación de los sueños (Oniromancia)

En la antigüedad clásica, los sueños se consideraban revelaciones divinas o demoníacas, y se creía que podían anunciar el porvenir del sujeto que soñaba. Luego, desde Aristóteles, algunos filósofos empezaron a interpretar los sueños como una actividad del alma, y no de los dioses. Ya desde la antigüedad, con Artemidoro, los sueños incluso podían ser interpretados, o sea transformados en un lenguaje comprensible.

La oniromancia se basa en la antigua creencia de que los sueños son generalmente premonitorios, es decir, que avisan de la posible ocurrencia de un acontecimiento o situación.

Biografía

Artemidoro de Daldis nació en Éfeso en el siglo II d.C. aunque modestamente prefirió declararse natural de Daldis. Fue un viajero incansable que recorrió todo el territorio griego y visitó Asia Menor y las islas del Mediterráneo interpretando sueños.

Escribió la obra más grande que conocemos de la antigüedad sobre la interpretación de los sueños, el tratado Oneirokritiká o La Interpretación de los sueños, donde recoge e interpreta más de tres mil sueños. Además de esta gran obra, también es autor de diversas obras sobre los augurios y la quiromancia.

Teoría de los sueños

El más antiguo libro de los sueños que se conserva es su obra Oneirokritiká (Ὀνειροκριτικά) o La Interpretación de los sueños. Llegó a reunir más de 3.000 sueños de quienes le consultaban, interesándose no solo por el contenido onírico sino también por la psicología humana.

Ante tan cuantiosa información, estableció para elaborar su tratado diversas clasificaciones, distinguiendo entre sueños verdaderos, oráculos, visiones, fantasías y apariciones. Del mismo modo también diferenció entre sueños que predicen hechos futuros y aquellos que tienen que ver con el presente.

Según Artemidoro, la clave para entender el funcionamiento y significado de los sueños es el simbolismo, anticipándose con ello, en cierto modo, a las teorías psicoanalíticas.

Artemidoro de Daldis distingue entre dos conceptos de fácil confusión, por un lado tenemos los ensueños, que nos muestran visiones oníricas relativas al cuerpo: así, un hambriento soñaría que come o un enamorado que está con su amada. Estos no son predicciones, sino recuerdos y solo actúan mientras la persona está dormida; mientras que por otra parte tenemos los sueños, que llaman la atención sobre lo que va a ocurrir y al despertar ponen en movimiento a nuestra alma. Dentro de estos encontramos por un lado los teoremáticos, que anuncian literalmente lo que va a pasar (por ejemplo: Uno soñó que era herido por un individuo con el que iba a ir a cazar al día siguiente y, en efecto, cuando se encontraron los dos, fue herido en el hombro, justamente en el sitio donde él lo había soñado; y por otro, los alegóricos, en los que el alma emite un mensaje en clave. Estos últimos los divide Artemidoro en 5 categorías diferentes, aunque pueden darse algunos solapamientos:
  1.     Propios: la visión afecta solamente a la persona que la ha experimentado.
  2.     Ajenos: aquellos que afectan para bien o para mal a un allegado del que sueña.
  3.     Comunes: son los que incluyen a alguna otra persona conocida.
  4.     Públicos: cuando hacen referencia a puertos, murallas, plazas, gimnasios y monumentos.
  5.     Cósmicos: son aquellos relacionados con los astros.
A pesar de que los elementos que aparecen en los sueños pueden afectar de diferentes maneras a unas personas y a otras dependiendo de diferentes factores como la posición social, la situación sentimental, etc., Artemidoro establece una doble clasificación:
  • Genérica: tiene en cuenta la cantidad de información que aparece en el sueño. Algunos sueños dan mucha información a través de muchas señales; otros, dan poca por medio de pocos indicios; algunos hacen muchas predicciones a través de pocos signos y otros hacen pocas predicciones a través de muchos elementos.
  • Específica: los sueños pueden también clasificarse teniendo en cuenta la cualidad de la visión onírica, es decir, el tipo de elementos e imágenes que lo constituyen. Desde ese punto de vista, hay cuatro tipos: los que son buenos por dentro y por fuera, los que son malos en ambos aspectos, los buenos en su interior pero malos en su exterior, y el caso contrario; hay que aclarar que la parte interior es la visión onírica y la exterior el cumplimiento de la misma.
A la hora de interpretar los sueños, hay que seguir un orden, Artemidoro no comienza por los dioses como los antiguos, sino que lo hace por el nacimiento, continúa con la crianza, luego con el cuerpo y cada una de sus partes, posteriormente habla de la enseñanza de todo tipo de artes, trabajos y procesiones, a continuación de la efebía (transición entre la niñez y la madurez), los gimnasios, los concursos, los baños y los tipos de lavado, todos los alimentos, los perfumes y las coronas, las relaciones sexuales y el sueño. Es necesario juzgar los sueños desde el principio hasta el final, tener ciertos conocimientos sobre la onírica y conocer el sueño sin obviar ningún detalle.

Ejemplos

LIBRO I

El dormir

Tanto querer soñar con dormir como soñar con dormir son señales negativas y perjudiciales para todos, a excepción de aquellos que temen o esperan castigos, pues el sueño libera de todo miedo y preocupación. Despertarse es negativo únicamente para las personas que tienen miedo, ya que despertarse significa trabajar o realizar alguna actividad.

Si el acto de soñar se realiza en un templo, esto pronostica la curación para un enfermo y la enfermedad para una persona sana. El uno tendrá un descanso de su sufrimiento, ya que al dormir no se padece, mientras que el otro acude a la curación a través de los dioses.

Dormir en sepulcros, tumbas o caminos indica la muerte a los enfermos y el desempleo para los sanos, ambas cosas improductivas.

LIBRO II

El reflejo de la imagen en un espejo

Ver la propia imagen en un espejo es una buena señal para aquel que quiere contraer matrimonio, para un hombre significa una esposa y para una mujer un marido, porque muestran los rostros, como estos recíprocamente los hijos. Para aquellos que tienen aflicciones también es buen síntoma. Sin embargo, ocasiona la muerte a los enfermos, pues el espejo es un objeto perecedero. También vaticina cambios de lugar de residencia o hijos ilegítimos si la imagen aparece distorsionada. Verse en mal estado o feo supone enfermedades y aflicciones.

Corresponde con el ejemplo 67.  

Uno soñó que en una calle cercana al Ágora tenía el espejo de un barbero y que le gustaba mirarse en él. Más tarde, cuando volvió a mirarse vio su rostro lleno totalmente de manchas. Él estaba enamorado de una prostituta, a la que había tomado a la fuerza sin que nadie se la cediera. Tuvieron un hijo marcado, no solo a causa de su origen, sino también porque tenía estrabismo en los ojos. El espejo del barbero era señal de que la mujer era pública y de que se acostaba con todos, pero que no se había relacionado con el adúltero fácilmente, al haber tenido impedimentos para llevarse a la mujer. Y puesto que vio su propia imagen en el espejo, tuvo un hijo igual a él en todos los aspectos, y no le faltaban defectos, ya que él se había visto con manchas en el sueño.

LIBRO III

Las llaves y las puertas

Para aquel que va a contraer matrimonio, ver una llave significa que tendrá una esposa fiel y para aquel que quiere comprar una esclava, significa que la esclava será benevolente. Sin embargo, esta visión prevé un obstáculo a la hora de emprender un viaje o impide partir por ser un signo de reclusión. Para aquellos que desean ejercer control, significa confianza. También significa seguridad.

Corresponde con el ejemplo 17:

Una persona, que estaba lejos de su patria, soñó que había perdido la llave de su casa. Cuando regresó encontró muerta a su hija, ya que de algún modo la visión le decía que los asuntos de su casa no estaban seguros.

LIBRO IV

Repetición de un mismo sueño

Tenemos que distinguir entre repeticiones que se producen en breves períodos de tiempo, las cuales significan todas lo mismo, y las que se repiten en intervalos largos de tiempo, que tienen significados diferentes, puesto que el significado de cada uno de nuestros sueños está íntimamente relacionado con las circunstancias que nos rodean en cada momento.

Tal es el caso de un vendedor de perfumes que soñó que había perdido su nariz. Resultó que perdió su negocio y dejó de venderlos, porque había perdido su nariz. Al no tener ya el órgano que le servía para vender los perfumes no desempeñaba correctamente su comercio. La misma persona, cuando ya no se dedicaba a esta profesión, soñó también que no tenía nariz, y resultó que fue detenido por falsificar documentos y tuvo que huir de su patria. Pues cualquier elemento que le falte a la cara la deja desfigurada, y precisamente el rostro es el símbolo del honor y de la plena posesión de los derechos civiles. Con razón, entonces, aquella persona ha perdido todos sus derechos. Asimismo, esta persona, cuando estaba enferma, volvió a soñar que no tenía nariz, y sucedió que no tardó mucho tiempo en morir, pues, en efecto, las calaveras no tienen nariz.

Influencia

Desde que Artemidoro de Daldis escribió sobre la interpretación de los sueños, estos y su simbolismo siempre le han interesado al pensamiento europeo, y no pocas veces le han servido como excusa para reflexiones que tuvieran por objeto 'conocernos mejor'.

Es Freud quien después de varios siglos retomó el trabajo de Artemidoro en su obra homónima y recordó que los sueños son una de las construcciones simbólicas más importantes de la subjetividad y la cultura humana. Avanzando por las sendas de Artemidoro, Freud, en cambio, puso a hablar a sus soñantes, para que fueran ellos mismos quienes se aventuraran a descubrir y nombrar esa riqueza simbólica que habita en lo interior.

En La interpretación de los sueños, Freud propone que el fracaso histórico en la investigación de los sueños se debe, por un lado, a la persistencia de la idea griega del origen divino de los sueños, que animaba a tratar el asunto filosóficamente, de modo que cada autor acometía 'los mismos problemas, por así decir, desde el principio', y por otro lado a que, cuando últimamente se había intentado tratar desde el punto de vista científico el asunto del sueño, se había tendido a examinar junto con el fenómeno del dormir, lo cual impedía investigaciones de detalle, en las que cabía la posibilidad de encontrar los resultados que condujeran al progreso científico.

Bibliografía

1 comentario:

  1. Buena historia, que muestra la inquietud humana por entender su mundo, en cuanto tiene posibilidades y aún superando sus capacidades

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