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domingo, 6 de mayo de 2012

Dorian Gray: el pacto de una eterna juventud


Hablamos ya en su día de esta canción de Nacha Pop, No puedo mirar. Elena nos trae hoy más información sobre la canción y el libro en el que se inspira, El retrato de Dorian Gray, de Oscar Wilde.

Cara A: El retrato de Dorian Gray, el pacto de una eterna juventud

El argumento gira en torno a un joven llamado Dorian Gray, retratado por el artista Basil Hallward, quien quedar enormemente impresionado por la belleza física de Dorian y comienza a obsesionarse con él, creyendo que esta belleza es la responsable de su arte. Dorian conoce a Lord Henry, un amigo de Basil, y empieza a cautivarse por la visión del mundo de Lord Henry, que asume un nuevo tipo de hedonismo, él indica que lo único que vale la pena en la vida es la belleza y la satisfacción de los sentidos. Al darse cuenta de que un día se desvanecerá su belleza, Dorian suplica tener la edad del cuadro que Basil pintó de él para siempre. El deseo de Dorian se cumple, lo que posteriormente lo lleva a una serie de actos de perversión; el retrato sirve como un recordatorio de los actos cometidos, con cada pecado, el cuadro va envejeciéndose, deformándose.
 
Cara B: No puedo mirar

La relación con la canción de Antonio Vega se observa en el arranque de esta, El tiempo se ha parado, ya no envejecerás, que concuerda con el argumento de Dorian Gray. Sin embargo, aunque en la canción el yo poético dice Con alguien te he oído hablar, la tuya una voz suave, la suya infernal, en el libro no hay un momento en que Dorian haga un pacto con el diablo, aunque la canción nos invite a pensar así. De todos modos, por la manera en que Lord Henry ve a la vida, puede decirse que cumple con el rol del demonio. En un momento le dice a Dorian: La única forma de escapar de una tentación es dejarse arrastrar por ella; Lord Henry actúa, pues, como la encarnación del mal, por el cual Dorian se deja arrastrar. En la canción: Que tu alma ya no está en su lugar corresponde en la obra al momento en que Basil dice: Todo retrato que se pinta de corazón es un retrato del artista, no de la persona que posa. El modelo no es más que un accidente, la ocasión. No es él a quien revela el pintor; es más bien el pintor quien, sobre el lienzo coloreado se revela. La razón de que no exponga el cuadro es que tengo miedo de haber mostrado el secreto de mi alma. Cuando Dorian contempla su retrato por primera vez, murmura: ¡Qué triste resulta! Me haré viejo, horrible, espantoso. Pero este cuadro siempre será joven. Nunca dejará atrás este día de Junio… ¡Si fuese al revés! ¡Si yo me conservara siempre joven y el retrato envejeciera! Daría… ¡daría cualquier cosa por eso! ¡Daría el alma!


Elena Flores García, 2ºC Bachillerato

sábado, 24 de marzo de 2012

Libros que son canciones: Como Ulises, de Javier Krahe


Estamos de enhorabuena: en esta entrada, Nazaret Obregón Díaz, de 4ºB, nos trae su análisis de una canción del cantautor Javier Krahe inspirada en la Odisea homérica (de la que hemos estado leyendo en clase de Latín una estupenda adaptación de Rosemary Sutcliffe, Los viajes de Ulises; tanto los poemas homéricos como los libros de Sutcliffe están en la Biblioteca).

CARA A: EL LIBRO

Los libros de los que procede el material de la canción son la Ilíada y la Odisea de Homero, escritos en el s.VIII a.C. Tanto la Ilíada como la Odisea fueron consideradas por los griegos de la época clásica y por las generaciones posteriores como las composiciones más importantes de la literatura de la Antigua Grecia y fueron utilizadas como fundamentos de la pedagogía griega. En clase de Latín hemos utilizado sendas adaptaciones modernas de estos libros: Las aventuras de Ulises y Naves negras ante Troya:

• El libro Naves negras ante Troya (de Rosemary Sutcliff), adaptación de la Ilíada, relata el porqué del inicio de la guerra de Troya y el desarrollo de la misma y cómo finalmente vencen los griegos gracias a la idea de Ulises de un caballo de madera, que sirvió como medio para ganar la guerra, la cual duró 10 años.

• El libro Las aventuras de Ulises (también de Rosemary Sutcliff), adaptación de la Odisea, cuenta los peligros que tuvo que sortear Ulises para regresar de nuevo a Ítaca junto a su amada Penélope y su hijo Telémaco y la situación que estaban viviendo en Ítaca Telémaco y su madre y cómo Telémaco intenta buscar a su padre para evitar que su madre se case con uno de los hombres que la están pretendiendo. Todo esto dura aproximadamente unos diez años.

LA ILÍADA

La Ilíada es una epopeya griega y el poema más antiguo escrito de la literatura occidental. Se escribió en el s. VIII a.C y se atribuye a Homero. Compuesta en hexámetros dactílicos, consta de 15.693 versos divididos en 24 cantos y su trama gira en torno a la cólera de Aquiles. Narra los acontecimientos ocurridos durante 51 días en el décimo y último año de la guerra de Troya. Del estilo que presenta la obra, podemos destacar que utiliza un lenguaje arcaico, artificioso, muy alejado del griego de su época y que utiliza recursos como la yuxtaposición (que consiste en la unión de dos proposiciones, coordinadas o subordinadas, sin emplear una conjunción o nexo que las relacione explícitamente, para formar una oración compleja) o la parataxis (que consiste en la relación que se produce cuando no hay entre las proposiciones ninguna relación de dependencia sintáctica mutua).

LA ODISEA

La Odisea es un poema épico griego compuesto por 24 cantos, el cual se atribuye también a Homero. Se cree que se escribió en el siglo VIII a.C. y utiliza, como la Ilíada, una variante muy peculiar del griego, el llamado dialecto homérico. Narra la vuelta a casa del héroe griego Ulises (Odiseo) tras la Guerra de Troya. Ulises tarda veinte años en regresar a la isla de Ítaca debido a los numerosos contratiempos que encuentra en su camino de regreso, período durante el cual su hijo Telémaco y su esposa Penélope han de tolerar en su palacio a los pretendientes, que pretenden casarse con Penélope y hacerse con el título de rey de Ulises (porque creían que ya estaba muerto). Comienza in medias res, es decir, que empieza en mitad de la historia, contando los hechos anteriores a base de recuerdos o narraciones del propio Ulises. El poema está dividido en tres partes: Telemaquia (cantos del I al IV), el regreso de Ulises (cantos del V al XII) y la venganza de Ulises (cantos del XIII al XXIV).

El final de la obra varia según el “autor” que la cuente, ya que según la versión de Homero finalmente Penélope reconoce a Ulises, pero según otras versiones, como la recogida en la canción de Krahe (Como Ulises), cuando Ulises vuelve a casa se encuentra con una situación muy diferente a la que él se esperaba, es decir, Penélope está casada con uno de los pretendientes y Telémaco admite a dicho pretendiente como padre.

CARA B: LA CANCIÓN




COMO ULISES

No sé cual es más bella,
si
la mar, la vela o la estrella,
y
las tengo al navegar,
las tengo al navegar,
las tengo al navegar,
la estrella, la vela y la mar.

Yo, como Ulises, he sido
de Penélope el marido,
y me alejé de esa joya
por unirme a Agamenón,
que iba a la guerra de Troya,
me pedía el cuerpo acción.

Y tuve acción, tuve guerra,
ríos de sangre por tierra,
y, entre hecatombes y vino,
Aquiles, casi divino.
Y el mejor de mis engaños:
un caballo de madera.
Y Aquiles que desespera
y muere. Fueron diez años.

Y me volví para casa,
pues de Ítaca el rumbo,
y ya sabéis lo que pasa,
dando un tumbo y otro tumbo.
Y, ¿qué queréis que uno haga
si al primer tumbo me tumbo
en el lecho de una maga?

Baste deciros que tanto
de Calipso fue el encanto
que me acosté en aquel lecho
un par de años, quizá tres,
y siempre estaba desecho.
Pero el tiempo es como es.

Y rompe el encanto un día.
Y sigues tu travesía,
resistes a duras penas
cánticos de las sirenas,
y visitas el infierno
donde Aquiles y tu madre,
aunque Cerbero les ladre,
tienen frío, y es eterno.

Y otra vez de vuelta a casa,
otra vez de Ítaca al rumbo,
y ya sabéis lo que pasa:
doy un tumbo y otro tumbo
y, otra vez mi suerte aciaga,
y, esta vez casi sucumbo
en el lecho de otra maga.

Circe de turbio recuerdo
me quería para cerdo.
Lo fueron mis camaradas,
a mí me salvó algún dios.
Y le afeé sus cerdadas:
que te zurzan, Circe, adiós.

Y, al mar, me dicta mi instinto,
al mar, que es un laberinto.
Y sopla un viento contrario
y doy con un sanguinario
cíclope vil, Polifemo.
Aunque me tuvo a su antojo,
era un borracho y un memo.
Le clavé un palo en el ojo.

Nadie, gritaba, me ciega,
Nadie, gritaba acusica.
Con Poseidón no se juega
y naufrago hacia Nausícaa,
linda princesa feacia,
a quién traté en plan colega
con extrema diplomacia.

Y me alojé en el palacio
de su padre, el rey feacio,
y me contaron mi historia
sin saber que yo era yo,
y en un momento de euforia
mi gloria me descubrió:

—Señores, sí, soy Ulises,
vuelvo de muchos países,
debo seguir navegando,
Ítaca me está esperando.

Me ofrecieron un navío
y remeros, los mejores.
Y zarpé hacia mis amores,
mi Penélope y el crío.

Ítaca al fin, veinte años,
Ítaca al fin, no son nada,
unos cuantos desengaños
y es el mar agua pasada.
Me disfracé de mendigo:
vi a Penélope casada
con un antiguo enemigo.

Ahora soy un ex marido
y en ex padre, y he sabido
que guardó un tiempo mi ausencia
bordando que era un primor;
que se agotó su paciencia;
que rompió su bastidor.

En uno de sus repentes
y a uno de los pretendientes
parece ser que le dijo:
—Padre serás de mi hijo
y tendremos otros varios.
Ulises, si es que regresa,
se llevará un sorpresa,
me lo dictan mis ovarios.

Y ahora, perdido mi rumbo,
ahora voy adonde sea,
un tumbo doy y otro tumbo
y prosigo mi odisea
en otras tristes canciones.
Sólo Hermes y Atenea
comparten mis libaciones.

No sé cual es más bella,
si
la mar, la vela o la estrella,
y
las tengo al navegar,
las tengo al navegar,
las tengo al navegar,
la estrella, la vela y la mar.


COMENTARIO

Notamos en las canciones de este cantautor una relación con los poemas jocosos del Siglo de Oro, pues utiliza un estilo similar al de estos. Las letras de Krahe son una mina de vocablos expresivos y giros de origen conversacional, al mismo tiempo que encontramos numerosos coloquialismos.

Como Ulises está dedicada al héroe griego protagonista de la Odisea, Ulises y se podría decir de ella que es una adaptación de la misma. En los versos de la canción encontramos restos de la epopeya clásica como “ríos de sangre por tierra”, “entre hecatombes y vino”, “Aquiles casi divino”, “al mar me dicta mi instinto, / al mar que es un laberinto” o “sopla un viento contrario”.

Es una canción de carácter polifónico, en la que se alternan vocablos cultos y coloquiales. En ella se da un recurso lingüístico denominado antanaclasis, es decir, la utilización en posiciones cercanas de dos palabras homónimas o de una palabra polisémicas con una acepción distinta cada vez, de este recurso podemos destacar que Góngora lo utilizo en su letrilla “Dineros son calidad” y en Como Ulises aparece en:

Y me volví para casa,
puse de Ítaca el rumbo,
y ya sabéis lo que pasa,
dando un tumbo y otro tumbo.
Y, ¿qué queréis que uno haga
si al primer tumbo me tumbo
en el lecho de una maga?

También encontramos recursos como la paronomasia, la cual consiste en utilizar en posiciones inmediatas dos palabras de gran semejanza fonética. La encontramos en:

Circe de turbio recuerdo
me quería para cerdo.
Lo fueron mis camaradas,
a mí me salvó algún dios.
Y le afeé sus cerdadas:
que te zurzan, Circe, adiós.

Encontramos versos con vocablos y constituciones más conversacionales, como:

«Nadie», gritaba, «me ciega»,
«Nadie», gritaba acusica.
Con Poseidón no se juega
y naufrago hacia Nausícaa,
linda princesa feacia,
a quién traté en plan colega
con extrema diplomacia.

La canción altera el orden de los sucesos. Krahe sitúa en primer lugar el “romance“ que tuvo Ulises con Calipso durante unos años, después el episodio de las sirenas y el viaje al Hades, a continuación la estancia con Circe junto a sus hombres en la isla de las maga, después el enfrentamiento con el cíclope Polifemo y a continuación la llegada a la isla de los feacios.

El orden “real”, es decir, el orden que Homero establece en su obra, es el siguiente:

1. Se enfrenta con el cíclope Polifemo.
2. Llega a la isla de Circe, donde permanece junto a sus hombres durante varios años.
3. Hace frente a los cánticos de las sirenas.
4. Permanece con la maga Calipso durante varios años, hasta que finalmente le deja regresar a Ítaca.
5. Llega a la isla de los feacios.

Vemos que ciertas estrofas se repiten a lo largo de la canción a modo de estribillo. Uno de sus versos (veinte años no es nada) hace referencia a una frase de una de los tangos más famosos de Carlos Gardel, Volver. Algunos versos también hacen referencia a refranes, como agua pasada no mueve molinos.

Podemos destacar que la canción presenta una estructura en forma de anillo, es decir, que la primera estrofa de la canción se repite al final, cerrando así la composición. Señalemos, por último, que como ya hemos comentado, da a la historia un final diferente al narrado en la Odisea de Homero.

NAZARET OBREGÓN DÍAZ
4º E.S.O. B
I.E.S. AUGUSTÓBRIGA

martes, 24 de enero de 2012

Perdona si te llamo amor


En la entrada de hoy traemos una nueva entrega del proyecto Libros que son canciones, canciones que son libros. Esta vez nos habla Míriam Íñiguez, de 2º de Bachillerato D:

*

El libro que he elegido es Perdona si te llamo amor. Es el tercer libro de Federico Moccia, un autor italiano. El título original es Scusa ma ti chiamo amore, y se publicó el 29 de enero de 2008. Federico Moccia ha pasado a ser un verdadero punto de referencia para varias generaciones de lectores que se ven reflejados en sus historias. Con este libro superó el millón de ejemplares vendidos. Incluso se ha llevado al cine, siendo dirigida por el propio autor. En Italia se estrenó en 2009 y en España al año siguiente.

Es una novela relacionada con la fuerza del amor y con la diferencia de edad. Nos quiere transmitir que cuando el amor es de verdad no depende de ningún factor; que cuando surge, da igual casi todo lo demás, lo importante es luchar por lo que se quiere: arriesgar.

Resumiré el argumento: Niki (17 años) está en su último año de instituto y Alessandro (37 años) es publicista y acaba de dejar su relación con Elena. No se conocen, hasta que un día tienen un accidente y Alex destroza la moto de Niki, por lo que tiene que llevarla al instituto. Le da el número de teléfono para arreglar los papeles pero Niki decide llamarle para quedar. Poco a poco se van enamorando, viviendo momentos increíbles y compartiendo miles de historias. Hasta que Elena aparece de nuevo, rompiendo los esquemas a Alex, que decide dejarlo con Niki, poniendo como excusa la edad. Sin embargo, él se da cuenta de lo que realmente siente por Niki y que merece la pena seguir con ella y lo deja con Elena. Mientras, en este tiempo, Niki está de viaje de fin de curso con sus amigas, intentando olvidarle. Cuando llega a casa tiene una carta suya, en la que le dice que la espera en el lugar que más le gustaba a ella, el faro. Ella, sin pensarlo dos veces, va a buscarle. Se ven y todo vuelve a ser como al principio, dejando de lado los errores.
Es un libro que introduce bastantes temas musicales, pero el más destacable es la canción de “She is the one” de Robbie Williams que aparece en los momentos más decisivos.




“She is the one” fue grabada en 1999 y Robbie Williams la introdujo en su segundo álbum I've Been Expecting You. En realidad la canción fue escrita por Karl Wallinger en 1997, pero se convirtió en el segundo nº1 de Williams en el Reino Unido. Además, ganó varios premios, como el Brit Awards en la categoría de Sencillo del Año y Mejor Video británico en el 2000.

Esta canción tiene una bonita letra, que hace reflexionar sobre el amor. Se trata de dos enamorados. Él se la dedica a ella diciendo que es la única a la que va a querer aunque hayan estado equivocados alguna vez. En mi opinión quiere decir que descubrir el amor verdadero es una gran sensación como podemos captar en el siguiente fragmento de la canción:” Cuando llegas adonde quieres ir/ y sabes las cosas que quieres saber, / sonríes. / Cuando dices lo que quieres decir/ y sabes la forma en que quieres decirlo, / estarás tan feliz que volarás. / Yo era ella. Ella era yo. / Éramos uno. Éramos libres. /Si hay alguien que me visita, /es ella.”

En el libro se hacen constantes referencias a canciones y cantantes, pero he elegido esta porque me parece que está en los momentos más importantes. Aparece en el momento en el que se ven por primera vez, cuando tienen el accidente. De repente, a consecuencia del golpe, el volumen del reproductor de CD se sube solo. La música inunda el coche. «She´s the one.»

Después de hablar sobre el accidente ella sube al coche, la canción sigue y ella le comenta el videoclip. Casi llegando al final del libro, él vuelve con su ex y un día él está en el coche y mientras que ella está comprando suena esta canción en la radio, lo que le hace reflexionar sobre la decisión que ha tomado y decide dejarlo con Elena para esperar a Niki. Y comienza otra. Ésa. «She´s the one.» Alessandro se queda allí, apoyado en el respaldo. Una sonrisa nostálgica se apodera de él. (…) Robbie Williams sigue cantando. Pero qué quiero yo… y se acuerda del primer encuentro. (…) Y la música continúa… “I was her, she was me.” Se puede decir que esta decisión es gracias a la canción. Y finalmente cuando todo parece perdido, cuando él piensa que Niki no va a volver, ella llega. Niki se aparta un poco, se mete en el escarabajo y aprieta un botón. Suena una música. «She´s The One» inunda el aire. Y todo vuelve al principio, tal y como el día en el que se conocieron.

La canción aparece alguna vez más a lo largo del libro pero no son momentos tan marcados como los mencionados anteriormente.

Míriam Íñiguez, 2º Bachillerato

domingo, 4 de diciembre de 2011

Canciones que son libros: tres rostros de Penélope


CANCIONES INSPIRADAS EN EL MUNDO CLÁSICO

Cara A: Penélope

Los personajes clásicos siguen teniendo en la actualidad vigencia, además de por la huella que han dejado en la historia, porque siguen siendo inspiración en otras ramas del arte. Así, letras de canciones de hoy en día se basan en estos personajes; y un buen ejemplo lo tenemos con Penélope, esposa de Ulises, que se encuentra visible en tres canciones en castellano relativamente recientes: Penélope, de Joan Manuel Serrat; Ana y el mar (Naturaleza muerta), de Mecano; y El Muelle de San Blas, de Maná.

Penélope es uno de los principales personajes de la Odisea, y también aparece en la Iliada, consideradas como las obras más importantes de la literatura clásica griega. Era prima de Helena y sus padres, Icario y Tindáreo, eran hermanos, príncipes de Esparta. Ulises, rey de Ítaca, acude a Esparta atraído por la belleza de Helena, para pedirla como esposa; pero las cualidades de la joven han convocado a tantos pretendientes, que se podría originar una guerra. Es entonces cuando Ulises urde un plan para evitar la contienda: el elegido por Helena deberá ser respetado por los demás, quienes le prometerán ayuda para conservarla a su lado. Helena elige a Menelao como marido y, cuando Ulises se dispone a dejar la corte, conoce a Penélope, que ha venido a aconsejar a su prima en su decisión, y se enamoran a primera vista. Parten para Ítaca, pero pronto tendrán que separarse. El príncipe troyano Paris rapta a Helena y su marido convoca a todos los príncipes griegos para que acudan en su ayuda. Ulises se ve obligado a cumplir su promesa y alejarse de su esposa y su hijo Telémaco.

En este momento, el mito de Penélope empieza a tomar fuerza, y el personaje se convierte en símbolo de la fidelidad por excelencia. Ulises participa en la guerra de Troya que dura diez años, y acaba tras el episodio del caballo de Troya, urdido por él mismo. Es el único de los héroes griegos que sobrevive, pero una ofensa hecha a Poseidón, dios de los océanos, hace que este le condene a un eterno viaje de regreso, que durará otros diez años. Mientras su marido vive toda clase de avatares en sus viajes, Penélope permanece fiel. Acosada por pretendientes, idea un plan: elegirá marido cuando termine de tejer un sudario que está haciendo para su suegro. Para tardar el mayor tiempo posible, lo que teje por el día, lo deshace por la noche. Al ser descubierta, tuvo que poner fecha para celebrar unos juegos donde los contendientes se disputarían su mano. Ulises regresa y demuestra ser el único capaz de tensar su propio arco, mata al resto de los pretendientes y se queda con ella.

Cara B: Las canciones


De las tres canciones que he mencionado la que más se asemeja al relato de Homero es Penélope, de Joan Manuel Serrat; además de por el paralelismo en el título, por las múltiples coincidencias entre las dos historias. Tratan sobre el amor eterno, que perdura aún en la ausencia; la separación se produce por un viaje del amado, cuando todavía son jóvenes, y con la promesa de volver: Adiós, amor mío, no me llores, volveré. Cuando regresa no es reconocido, la imagen que guarda Penélope es la de la juventud: Tú no eres quien yo espero. En la versión de Homero, Ulises tiene que demostrar que es él; mientras en la canción, la protagonista se queda sola al no aceptar el paso del tiempo en su amado. Las dos “Penélopes” son incomprendidas por los que la rodean, no entiende que aguarden tras tanto tiempo, pues no confían en el regreso: Dicen en el pueblo que un caminante paró su reloj, Pobre infeliz, se paró tu reloj infantil. Pero ella mantiene, a pesar de los contratiempos, su ilusión y no se deja influir por la desconfianza de los demás. Tampoco le convence ninguno de los que encuentra: Uno tras otro los ve pasar, mira sus caras, les oye hablar, para ella son muñecos, igual que a la heroína griega le sucede con los que intentan ganar su favor.


En la canción Naturaleza muerta (Ana y el mar), de Mecano, también aparece el mito de la mujer fiel que espera al hombre. En esta, es el mar quien lo retiene, igual que Poseidón, dios del mar, retiene a Ulises, en el primer caso por celos y en el segundo por venganza. También aquí los demás no creen en el regreso: No esperes más, niña de piedra, Miguel no va a volver. La Penélope mitológica se vuelve dura, tanto que Telémaco le reprocha: Tu corazón es siempre más duro que la piedra; en la canción, Ana se convierte en piedra: Dicen en la aldea que esa roca blanca es Ana.


Por último la historia se repite en la canción El Muelle de San Blas, de Maná. Él parte en un barco jurando que volverá: Ella despidió a su amor, él partió en un barco, Él juró que volvería. Con el paso del tiempo (Muchas tardes se anidaron en sus pelos y en sus labios, Su cabello se blanqueó), los demás no entienden su actitud: Y en el pueblo le decían loca, la loca del muelle de San Blas, pero ella sigue eternamente esperando: Se quedó ahí, se quedó hasta el fin.

El final de las tres canciones coincide: en ninguna de ellas se produce el reencuentro, mientras Penélope y Ulises sí tienen un final feliz; pero la espera, la soledad agravada por la incomprensión, manteniéndose fiel a su ilusión, sin perder la esperanza, es la misma en las cuatro historias.

Irene Camacho García, 4ºB

jueves, 27 de octubre de 2011

jueves, 13 de octubre de 2011

El Quijote y la música (I). Rocinante


Estos días, con motivo del estreno de la película El Capitán Trueno y el Santo Grial, sobre el legendario personaje de cómic inventado por Víctor Mora, se ha recordado en buena hora la estupenda canción que el grupo Asfalto dedicó al héroe en su primer disco, publicado en 1978.

Aquel disco, sin duda el mejor del grupo, contenía otro clásico, relacionado en este caso con el libro del que nos hablaba en la entrada anterior Marisol: se trata de Rocinante, una balada agridulce e irónica que propone un final alternativo a la obra de Cervantes. En vez de recuperar la cordura en su lecho de muerte, Don Quijote sobrevive, aunque quizá para mal: se deja espabilar por Dulcinea y abandona la vida del caballero andante para convertirse en un comerciante de medio pelo. Solo Rocinante (que en esta versión tiene algo de Clavileño y Pegaso, legendarios caballos alados), que se ha refugiado en un valle de paz, al otro lado de la eternidad, mantiene el recuerdo y la conciencia de los ideales que llevaron a Don Quijote a abandonar su aburrida vida de hidalgo. En él subirá el cantante, decidido a retomar el viaje infinito donde lo dejara Alonso Quijano.

Así sonaba Rocinante en el disco de 1978, con un arreglo insuperable; y así podemos apreciarlo en una versión en directo, bastante apañada, del año 1987:

lunes, 3 de octubre de 2011

Tolkien y la música (I): La Dama Se Esconde


Como bien ha visto Irene, el libro por el que preguntábamos en la entrada anterior es El Señor de los Anillos de J.R.R. Tolkien: un libro que en su día, por situarse al margen de las corrientes principales de la literatura inglesa, fue considerado un capricho literario, pero que constituye hoy el clásico por excelencia de la fantasía épica. Tolkien, eso sí, ha tenido muchos imitadores pero ningún heredero: sólo George G. Martín, con su monumental Canción de fuego y hielo, puede considerarse un contendiente serio al trono (y aun tendrá que pasar tiempo para ver si su saga cuaja o no).

Hemos preguntado a Nacho Goberna, el autor de las canciones de La Dama Se Esconde, sobre su pasión tolkieniana. Esto nos responde, en exclusiva para este blog:
Sí, así es. Admiré, y sigo haciéndolo, a Tolkien. Lo descubrí a mis 17 años. Encontré en casa una edición de bolsillo, en inglés, de "The Hobbit", pertenecía a mi hermano mayor, y a partir de ahí me empapé de todos sus escritos. Pasé de vivir aventuras con Bilbo Baggins a hacerlo con Frodo Bolsón. Recuerdo que me hizo mucha gracia la traducción del familiar apellido en las ediciones en castellano. Canciones como las que citas quise que reflejaran dicha admiración mezclándola con mi manera de ver las cosas, de vivir el mundo que me rodeaba, con los ojos ávidos de asombro, decidido, ya entonces, no, no dejaría jamás de ser un niño, seguiría reivindicando siempre el poder reconfortante y sanador, de los cuentos y la fantasía. Y el gris, el gran mago al que siempre apelé y apelo en momentos turbulentos. Magnífico Tolkien. Mi libro favorito es "El Hobbit", el único escrito de él que no me gusta es "Silmarillion". ¡Un saludo!
Entre las primeras canciones del grupo, además de Amenazas (1986), están El pastor de árboles (sobre Bárbol), Aventuras y El gris (sobre Gandalf), que formaban la cara A del mini-LP Avestruces (1985). Pero no son las únicas: en discos posteriores, encontramos también pinceladas medioterráqueas. Cerrando el círculo, la primera canción que publicó el grupo (El cielo azul, 1984) y la última (Magia, 1993) son sendos homenajes al maestro Tolkien.

Así suena El gris:

Ojos profundos, viejos son.
Largos caminos, tú y yo.
¿No lo conoces? Es el Gris.

Historias cuentan, largas son.
Son mil palabras en su voz.
Ya sabes que no mentirá,
mi niño duerme, duerme ya.

Sabes bien
que irá
hacia el este, hacia el sur y tú.
Él por ti
luchará,
ríos, bosques, lagos de cristal.

Sus dientes brillan sin cesar,
reflejan tiempos que vendrán,
¿es que no tienes ilusión?

Mira las nubes, tú lo ves,
hay dibujado un gran halcón,
fiel mensajero es del Gris.



viernes, 30 de septiembre de 2011

Libros que son canciones: Amenazas


Seguimos con la iniciativa Libros que son canciones. Hoy nos detenemos en uno de los libros más leídos y voluminosos de nuestra biblioteca, que ha tenido una influencia destacadísima en la música pop y rock, desde los años 60 hasta nuestros días. Músicos de varios géneros (la psicodelia, el rock duro, el rock progresivo, la música indie, la new age...) se han sentido fascinados por la riqueza de sus personajes y la grandeza de su concepción épica.

Dentro de la música española, el libro del que hablamos dejó una huella entrañable en las canciones de La Dama Se Esconde, un dúo de San Sebastián formado por Nacho Goberna (que sigue en activo como solista) e Ignacio Valencia. La favorita de este coordinador es la que sigue, que aprovecho para lanzaros de nuevo un reto, con su premio correspondiente. Esta vez os pedimos algo un poco más difícil: no sólo tenéis que localizar la obra en que se inspira la canción, sino decirnos qué parte de la letra está tomada casi literalmente del libro y señalar qué personaje está hablando y a quiénes se dirige. El premio lo merece: una magnífica edición comentada de una de las obras de este autor.

Así suena la canción: