lunes, 3 de octubre de 2011

Tolkien y la música (I): La Dama Se Esconde


Como bien ha visto Irene, el libro por el que preguntábamos en la entrada anterior es El Señor de los Anillos de J.R.R. Tolkien: un libro que en su día, por situarse al margen de las corrientes principales de la literatura inglesa, fue considerado un capricho literario, pero que constituye hoy el clásico por excelencia de la fantasía épica. Tolkien, eso sí, ha tenido muchos imitadores pero ningún heredero: sólo George G. Martín, con su monumental Canción de fuego y hielo, puede considerarse un contendiente serio al trono (y aun tendrá que pasar tiempo para ver si su saga cuaja o no).

Hemos preguntado a Nacho Goberna, el autor de las canciones de La Dama Se Esconde, sobre su pasión tolkieniana. Esto nos responde, en exclusiva para este blog:
Sí, así es. Admiré, y sigo haciéndolo, a Tolkien. Lo descubrí a mis 17 años. Encontré en casa una edición de bolsillo, en inglés, de "The Hobbit", pertenecía a mi hermano mayor, y a partir de ahí me empapé de todos sus escritos. Pasé de vivir aventuras con Bilbo Baggins a hacerlo con Frodo Bolsón. Recuerdo que me hizo mucha gracia la traducción del familiar apellido en las ediciones en castellano. Canciones como las que citas quise que reflejaran dicha admiración mezclándola con mi manera de ver las cosas, de vivir el mundo que me rodeaba, con los ojos ávidos de asombro, decidido, ya entonces, no, no dejaría jamás de ser un niño, seguiría reivindicando siempre el poder reconfortante y sanador, de los cuentos y la fantasía. Y el gris, el gran mago al que siempre apelé y apelo en momentos turbulentos. Magnífico Tolkien. Mi libro favorito es "El Hobbit", el único escrito de él que no me gusta es "Silmarillion". ¡Un saludo!
Entre las primeras canciones del grupo, además de Amenazas (1986), están El pastor de árboles (sobre Bárbol), Aventuras y El gris (sobre Gandalf), que formaban la cara A del mini-LP Avestruces (1985). Pero no son las únicas: en discos posteriores, encontramos también pinceladas medioterráqueas. Cerrando el círculo, la primera canción que publicó el grupo (El cielo azul, 1984) y la última (Magia, 1993) son sendos homenajes al maestro Tolkien.

Así suena El gris:

Ojos profundos, viejos son.
Largos caminos, tú y yo.
¿No lo conoces? Es el Gris.

Historias cuentan, largas son.
Son mil palabras en su voz.
Ya sabes que no mentirá,
mi niño duerme, duerme ya.

Sabes bien
que irá
hacia el este, hacia el sur y tú.
Él por ti
luchará,
ríos, bosques, lagos de cristal.

Sus dientes brillan sin cesar,
reflejan tiempos que vendrán,
¿es que no tienes ilusión?

Mira las nubes, tú lo ves,
hay dibujado un gran halcón,
fiel mensajero es del Gris.



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