miércoles, 9 de mayo de 2012

Surrealismo





De entre los movimientos artísticos, bien representados en nuestra biblioteca, ninguno es tan fascinante como el surrealismo. Aprovechando que no se cumplen años, que yo sepa, de la muerte de ninguno de sus proponentes, subimos estos apuntes de la asignatura Literatura Universal (que podéis cursar en 2º de Bachillerato) para recordar la vigencia de estos sueños, urgentes e intemporales al mismo tiempo.


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El surrealismo es el movimiento de vanguardia más importante. Surge en Francia en los años 20 alrededor del poeta André Breton, autor de dos Manifiestos surrealistas y de los prolegómenos a un tercero. Por el movimiento pasan, entre otros, Louis Aragon, Paul Éluard, Salvador Dalí y Luis Buñuel. Además, el surrealismo tiene una gran influencia en cuatro poetas del 27: García Lorca, Aleixandre, Cernuda y Alberti. Breton atrae a los artistas, aunque exige tanto de ellos que a menudo su relación acaba mal, con el disidente expulsado del movimiento surrealista. 

El surrealismo recoge de los futuristas y Dadá el rechazo del arte antiguo y de la civilización, pero lo matiza identificándose con una tendencia intemporal del hombre a buscar su liberación, que se manifiesta modernamente en los románticos alemanes, en Rimbaud y en Lautréamont, pero se remonta mucho más lejos: por ejemplo, a los alquimistas y al filósofo presocrático Heráclito. 

La vinculación con el romanticismo es indudable. Algunos críticos lo consideran un neorromanticismo, pues con él regresan a la poesía el amor y el sentido de lo maravilloso, que habían sido arrumbados como ‘porquería humana’ por el futurismo y Dadá. Breton mismo define el surrealismo como la cola prensil del romanticismo

El surrealismo es una mística del inconsciente. Armoniza a Marx y Freud, pues piensa que es imposible liberar al hombre sin transformar al mismo tiempo la sociedad (por eso el surrealismo es antifascista) y la forma de pensar y sentir. El surrealismo es la búsqueda de Otro Lado, de un Más Allá (o Más Acá) que no es sino el mundo que tenemos delante de los ojos, pero visto con una mirada nueva, como la de un niño o un loco. Hay otros mundos, pero están en este (Paul Éluard). Ese ‘otro mundo en este’ es la surrealidad (sobrerrealidad o superrealidad), definida como el punto en el que las oposiciones (antinomias) que rigen nuestro pensamiento se revelan ilusorias. 

Así, el lugar de la unión mística la ocupan en el surrealismo las actividades que permiten al ser humano establecer puentes con lo que ignora de sí mismo (el inconsciente) y del mundo (el misterio, lo maravilloso). Recordemos algunos de estos caminos: 
  • La escritura automática es la superación de la oposición entre consciente e inconsciente: se trata de escribir tan deprisa que se desactive el filtro que limita lo que se puede y no se puede decir (el filtro que prohíbe lo absurdo y lo escandaloso). En realidad, no hay cosas absurdas, insignificantes: las ocurrencias de nuestro inconsciente son, muy al contrario, significativas, relevantes y reveladoras, pues expresan nuestras verdaderas preocupaciones, miedos y anhelos. Si los textos surrealistas parecen absurdos a un lector poco avezado es porque está intentando leerlos racionalmente: en realidad, su función es provocar una respuesta inconsciente. (El surrealismo está al alcance de todos los inconscientes, dice Breton). 
  • El cadáver exquisito es la producción de un texto o un dibujo uniendo partes compuestas por diversas personas, de forma que nadie sabe lo que el otro ha escrito o dibujado hasta que se juntan las diversas contribuciones y se ve el resultado. La primera vez que jugaron a este juego, Breton y sus amigos produjeron esta frase: El cadáver exquisito beberá el vino nuevo. De ahí su nombre. 
  • El azar objetivo es la superación de la antinomia que opone azar y destino. Se trata de casualidades significativas, en que se revela que nuestros deseos están conectados con las leyes misteriosas que rigen el mundo. Las coincidencias improbables son señales que nos avisan de la inminencia de un encuentro, que a menudo es un encuentro amoroso: en la persona amada, el mundo (lo otro) sale a nuestro encuentro y se revela como nuestra otra mitad, lo que nos faltaba y andábamos buscando. 
  • La mediumnidad es la superación de la antinomia entre sueño y vigilia. Se trata de un trance o estado alterado de conciencia en que nuestra mente, estando despierta, actúa como si estuviera dormida. Soñamos así en voz alta: lo que decimos e imaginamos en ese duermevela equivale a la escritura (o pintura) automática. Una actividad cercana es el diario de sueños, en que uno rescata lo que ha soñado y lo pone por escrito (o lo pinta). 
  • La búsqueda de piedras es una actividad en la que se desafían varias antinomias: lo natural y lo humano, lo absurdo y lo significativo, el azar y el destino. Se trata de pasear por el campo e ir fijándose en las piedras del camino, buscando aquellas que tienen formas y colores peculiares. La idea es que esas piedras contienen un mensaje para nosotros. Esta búsqueda puede hacerse también mediante la lectura oracular de un periódico o de cualquier libro; se trata de abrir páginas al azar hasta encontrar un enunciado que nos dice algo sobre nosotros mismos. Por ejemplo, Breton abre el periódico y encuentra una noticia sobre un aviador que se ha perdido en las montañas. Ese aviador es un símbolo del propio Breton, que se ha perdido en territorio desconocido (la surrealidad). Como escribe en Nadja, Un periódico de la mañana bastará siempre para darme noticias mías. 
  • El juego de lo uno en lo otro es una aplicación del principio de las correspondencias planteado por Baudelaire. Breton lo extrema al señalar que en realidad cualquier cosa contiene en potencia a todas las demás. Para demostrarlo, propone tomar dos cosas cualesquiera, elegidas al azar, y definir en forma de adivinanza la primera como si fuera un caso particular de la segunda. Por ejemplo, si tenemos que definir la cerilla como un tipo de león diremos que es un león cuya cabellera, flamígera, dura solo algunos instantes. 
  • El juego en general es una actividad que desafía la oposición entre lo divertido y lo serio. En los juegos surrealistas nos jugamos la vida: se juega a ellos con la misma entrega con que lo hace un niño. 
El surrealismo no pretende ser una actividad artística, sino un camino de liberación del ser humano. Sigue el lema de Rimbaud, Cambiar la vida —que supone también cambiar la vida de todos, la sociedad. Sus obras tienen una finalidad práctica: favorecer el salto a un estado alterado de conciencia que nos permita percibir lo surreal. Por ejemplo, para Breton un cuadro es una ventana que nos permite asomarnos a zonas nuevas de la realidad. La poesía no es para ellos una actividad literaria, sino una actividad surrealista entre muchas, como bajar a la calle y disparar al azar contra los transeúntes o seducir a una monja. Rechazan el arte como espectáculo que se recibe de forma pasiva: lo que ellos proponen es una actividad que nos ponga en pie, en busca de lo desconocido.

7 comentarios:

  1. pongan mas in formacion sobre el titulo autor y corriente

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  2. ¿Título, autor y corriente de qué?

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  3. de que pintor se iso la pintura con la marioposa?????? repondan tengo untrabajo de colegio que hacer.......

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  4. La imagen, si no me equivoco, es del pintor ruso Vlamidir Kush. Pinchando en la imagen se va a la página web de este artista: http://vladimirkush.com/

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    1. gracias por ayudarnos nosotras tam tenemos un trabajo :) <3

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  5. Pues un texto muy gráfico para explicar el movimiento surrealista... Del que todxs, somos parte, cuando abatimos el miedo.
    Mage

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