jueves, 20 de diciembre de 2012

Te iría a buscar si me lo pidieras —y si no, también lo haría


TE IRÍA A BUSCAR SI ME LO PIDIERAS, Y SI NO, TAMBIÉN LO HARÍA

Vuelve, vuelve conmigo, no te alejes, no te gires ni un solo centímetro de mi piel, has llegado a rozar mis límites, has sido la razón de mi insomnio, has infectado mis pensamientos, has empezado a ser mi droga, me has seguido hasta mi mente, eres un yo a la inversa, eres mi todo, eres mi adicción, te has convertido en mi única y absoluta obsesión. Y ahora me ves aquí, sola, desesperada, me has condenado a mirarte de reojo, ya no hay rastro de ti, tus mentiras me han dejado de esta manera. Solo sé que mirarme hacia mí misma es la mejor solución, que buscar excusas ya no vale.  Ya no vuelvo a ser la misma, todo me ha cambiado. La sangre que corre por mis venas se ve fundida en pedacitos de ti, respiro lo que tú respiras, pero ¿ves? , mira cómo me ha dejado tu juego de estrategias. La inocencia me ha ganado y el mayor de los pecados es el haberte conocido. A pesar de todo, no puedo pararme a pensar, ha sido suficiente. Te lo advertí. Fuiste mi debilidad, pero aún tengo esperanzas de volverte a tener entre mis brazos y más aún, en mi boca.

Todo rondaba  una noche de verano, tan discreta como siempre, ya era tarde, regresaba a casa. Las campanas de la iglesia daban las dos de la madrugada, pero  cada ruido me parecía tan intenso que yo misma me llegaba asustar.  Todo estaba oscuro, muy raro y diferente a lo normal. A cada paso que daba, me palpitaba tanto el corazón que llegaba a sentirlo en mi interior. ¿Qué me estaba pasando?  Sentía como si alguien me estuviera analizando, me  estuviera mirando desde algún punto de la calle. Mi sombra era mi mayor enemigo, pero a la vez mi mejor acompañante de noche.  Aterrorizada, despavorida y quizás impresionada al verle.  Estaba allí, delante de mí, me quedé perpleja ante sus ojos, esos ojos que ni siquiera se pueden describir con palabras, tienen que ser vistos para ser sentidos.  Justo  en ese momento, hubo un cruce de miradas que aspiraba a más de lo que se llegaba a sentir. Se podía soportar el calor a distancia, atraídos como imanes, pero no imanes cualquieras. Esa fuerza que me seducía, ese don que tenía para embrujarme, sí, ese don, ese don que nadie hubiese podido imaginar. No sabía cómo entenderle, eran tantas las cosas que pasaban por mi imaginación ¿de veras se puede decir tanto con una mirada?  Ahora comprendía  que sí, ya estaba hechizada, ya estaba completamente enamorada de su mirada, de él. Fue entonces, cuando me envolvió, cuando empezó a vivir en mi mente, pero ni yo misma pensaba que acabaría siendo más de lo que uno mismo puede llegar a ser. 

Los días pasaban y esta locura estaba acabando conmigo. Sentía cada noche su mirada clavada en la mía. En mi mente todo era un cúmulo de dudas, dudas sin resolver. Me sentía afligida y, sobre todo, confusa tras aquella noche.  Me mataba por dentro, pero a la vez era como si hubiese vuelto a vivir, a ver, como quien dice, «lo bonita que es la vida». 

Estaba completamente ciega, solo sabía dejarme llevar por impulsos del corazón, pero no llegué a utilizar el tesoro que tengo, mi mente.  Soñaba cada atardecer con tenerle algún día tan cerca que ni se distinguiera que dos vidas diferentes llegaran a convertirse en una sola. Vivía más en mi mente que en cualquier otro lugar del mundo, pero era imposible evitarlo. 

A la luz de la luna llena, me encontraba cada noche contando cada una de las estrellas, sentada sobre mi ventana, y cada vez que recordaba algo de él, una lágrima caía sobre mis manos, y apretaba el puño, de tal manera que la rabia y la impotencia de querer algo hasta el punto de necesitarlo para vivir y no poder tenerlo me quemaba. 

Ruidos y más ruidos me despertaban de cada una de mis pesadillas y fue cuando apareció de repente, sin más, sin dar explicación alguna,  pensé que me leía la mente en cada instante. Siempre me dijeron que no pusiera nunca mi destino en manos de nadie, pero lo ignoré aquel día que por fin le tenía junto a mí, a mi lado. Fue la mayor de las locuras, pues no tenía ni idea de lo que me implicaba todo aquello. 

Fue la noche más bonita, completada por el beso más profundo e inexplicable. Solo recuerdo «¿Ves mis labios? Te los presto. Bésalos». Se podía apreciar la intensidad  y la pasión de ambos, pero en un instante sentí  cómo un mordisco en el cuello, donde cada colmillo penetraba en mi blanca piel, me llevaría al cambio más aterrador y espantoso de mi vida. Comprendí todo aquel misterio, que era de esos espectros que matan con  la mirada y que acaban entrando en tu mente y matándote por dentro, de tal manera que lo necesites desesperadamente, creando adicción, como una droga de la que era imposible desengancharse. 

Después de todo, desapareció y yo ya había muerto. Me mató de tal forma que me volví esclava de él, me convirtió él mismo en parte de su alma. Nunca quise transformarme en lo que realmente era, una criatura que dependía única y exclusivamente de los humanos. Pues yo ya sabía que él era diferente al resto, que tenía ese gran secreto en el que me involucró. Pero ¿por qué me eligió a mí? Quién sabe, solo él lo tiene en su mente, pero ahora yo puedo viajar dentro de él y de cualquiera que entre dentro de mi locura

 Mírame, tú has sido quien ha querido todo esto y ahora soy la entidad demoníaca más perseverante  y  homicida, pero sé ocultarlo mejor que tú. Este misterio que yace detrás de mi piel, invade mi cuerpo y más aún mi mente, pero tú fuiste el único capaz de enamorarte del olor de mi sangre, ahora me toca a mí

 Como cada noche voy en busca de mi vida, de adueñarme de una vida más, como tú lo hiciste conmigo, pero sigo asomada en mi ventana como cada noche acompañada de mi risa malévola, observándoos a todos vosotros. El mundo es todo y yo soy una, pero ¿sabes lo que te digo? Me volvería a enloquecer y equivocar una y otra vez por ti. Estoy segura de que no solo fue culpa tuya, también mía por dejarme llevar, pero quizás estaba destinada a ser el depredador más ágil y discreto de toda la ciudad.


Estela Martín Verdugo, 4ºB 

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