'Solo yo poseo la clave de esta farsa salvaje', escribió Arthur Rimbaud. Digna alumna suya (en la escuela subterránea del sueño, más que en la aburrida de la vigilia) me parece esta joven escritora que domina ya a su edad el ritmo de la frase y la capacidad para jugar a su antojo con la atención del lector. Son virtudes harto infrecuentes, y contar con un texto de esta calidad en un concurso de este tipo me parece una suerte asombrosa. (La próxima vez, no obstante, le pediremos a Andrea que nos dé a los pobres lectores alguna clave o llave que nos permita comprender cabalmente el relato. Porque seguro que el palacio es más bonito por dentro —y porque hace mucho, mucho frío afuera.)
'Solo yo poseo la clave de esta farsa salvaje', escribió Arthur Rimbaud. Digna alumna suya (en la escuela subterránea del sueño, más que en la aburrida de la vigilia) me parece esta joven escritora que domina ya a su edad el ritmo de la frase y la capacidad para jugar a su antojo con la atención del lector. Son virtudes harto infrecuentes, y contar con un texto de esta calidad en un concurso de este tipo me parece una suerte asombrosa. (La próxima vez, no obstante, le pediremos a Andrea que nos dé a los pobres lectores alguna clave o llave que nos permita comprender cabalmente el relato. Porque seguro que el palacio es más bonito por dentro —y porque hace mucho, mucho frío afuera.)
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