miércoles, 9 de enero de 2019

VII Concurso de sueños: Cristales incrustados





Tres espacios, significados diferentes. Un solo lugar.


La mente.

Cada espacio se puede representar como una habitación,una habitación interminable; un Iugar
demasiado largo para terminar de ver.

Cada una es demasiado estrecha,te hace sentir agobiado. Esa sensación es la que te hace no dejar de ir hacia delante.

Aunque quieras avanzar, los cristales que cuelgan del techo mediante hilos te hacen detenerte. Cada cristal cuenta una historia diferente, un relato que nunca se pasará a papel.

Cada vez que entras en una habitación que no es tuya, todos los cristales caen sobre ti con la fuerza de todo un universo. Por tanto no creo que sea muy recomendable entrar.

—CRÉER PINGE ZU COGITARE— es la habitación que sabemos que aunque nosotros no estemos, siempre habrá otra persona que tendrá está habitación .

Una habitación que sí sabes de idiomas entenderás su nombre.

—SUEÑOS LÚCIDOS— esto lo llamaría sala en vez de habitación, ya que en los sueños lúcidos puedes hacer lo que quieras.

Son sueños que de vez en cuando es bueno tener, pero sería bastante aburrido si los tuvieras
siempre.

—FORTID MECONNAISSABLE— la última habitación, pero no por eso la menos importante.
La habitación donde lo que ya ha ocurrido vuelve a nuestra cabeza. A veces se mezcla con lo que nos está pasando.

Estos sueños en un primer momento cuando los sueñas normalmente acaban mal, pero cuando los vuelves a soñar estás listo para solucionarlo.

Como en la primera habitación, si sabes de idiomas entenderás su nombre.

VII Concurso de sueños: Lara y Dani



VII Concurso de sueños: Paz y amor


VI Concurso de sueños: La realidad de un sueño


Pensé que estaba soñando cuando me dijiste que me amabas. El color de tus palabras pintó mi
vida.

Me encuentro en el suelo del cuarto de nuestros recuerdos, con una botella de Jägger en la
mano, mirando al techo. La botelta está seca pero mis ojos intentan no ahogarse. Morfeo toma
mi alma y me lleva lejos de allí, a un lugar que conocía muy bien: tu mirada.

lnvierno de 1985, Somebody to love sonaba de fondo en aquella habitación llena de
universitarios alocados, pero en mi mente solo estabas tú. Me miras y siento que el corazón se
me va a salir delpecho. Camino hacia ti y te susurro al oído la letra de la canción. Te ríes muy
bajito, pero lo oigo. Clavas tus ojos azules en mí y siento cómo la sangre brota de mi pecho por
lo afiladas que están tus pestañas. Tenías una botella de Jägger en la derecha y con la izquierda
te agarrabas a mi cuello. Aquella noche conocí un yo que ni siquiera sabía que existía, y, la
verdad, me aterrorizaba a la vez gue me encantaba.

Pasaban los días y no te veía, estaba desesperado por volver a verte y lo único que podía hacer
era preguntarle a la gente por ti, pero nadie sabía dónde estabas. Cada vez se me hacía más
difícil recordar el azul de tus ojos, y cuando este iba a desaparecer en el olvido, apareciste de
repente. Estabas al final del pasillo de la universidad y me disponía a ir detrás de ti cuando el
timbre sonó y una oleada de gente hizo que te perdieras en la bahía. Creyendo que toda mi
suerte se había acabado, te volví a ver en la salida, y esa vez pude hablar contigo. Conversamos
por largo rato y finalmente te pregunté dónde habías estado todo este tiempo. Tu respuesta,
por algún motivo que desconocía, no me sorprendió. Me dijiste que habías estado soñando. El
sonido de tu voz era cálido como una tarde de primavera y no solo me enamoré de él, sino también de ti. Pasaban las tardes de invierno y cada vez pasábamos más tiempo juntos. Ese
invierno me enseñaste a soñar. No me había dado cuenta de que vivía en una vida en blanco y
negro hasta que me enseñaste los colores del amor.

Llegó la primavera y una noche de mayo me dijiste que me amabas. Aquella noche las estrellas
y los planetas se giraron hacia nosotros, el universo entero nos miraba.

Poco a poco, se me hacía más difícil distinguir lo que era un sueño de lo que no cuando estaba
contigo. Ese sentimiento me daba miedo, pero tu sonrisa lo ahuyentaba; no obstante, ese temor
me perseguía las noches de verano. Era como una carga sobre mi espalda y apenas podía
levantarlo. Tú eras una soñadora nata y yo no era más que un novato. Sentía que tú eras la que
creaba mis sueños. Un día me contaste todos tus sueños mientras cantabas Love of my life y el
miedo me devoró, quitándome tu hechizo, y empecé a hablarte de realidades, sintiendo que
todo lo que había vivido contigo era mentira. Tú me miraste confundida e incluso noté
desconfianza en tus ojos, pero yo ya no aguantaba más. Te alejaste de mí y la pena invadió mi
corazón. Desapareciste como desaparecen los sueños al despertarnos por la mañana.

Después de un tiempo soñé contigo. Soñé que te veía a lo lejos, y caminé hacia donde estabas,
pero tú seguías muy lejos. Corrí detrás de ti, pero nunca te alcanzaba. Derrotado, te miré y vi las
alas que tanto amabas, las alas de tus sueños, de tu libertad. Comenzaste a volar y yo,
consternado, me fabriqué unas con nuestras promesas. Volé hacia ti y cuando estuve lo
suficientemente cerca como para sentir tu olor, mis alas se rompieron y caí. Caí en tu corazón,
pero estaba vacío, así que seguí cayendo hasta que noté el impacto con la realidad. El golpe fue
terriblemente doloroso, porque descubrí la verdad: tu libertad era más fuerte que todas
nuestras promesas, que estaban rotas. De repente, me encontré en el fondo del mar, en tus ojos. Rápidamente aguanté la respiración mientras nadaba hacia la superficie, pero cuando
llegué y saqué la cabeza, ansioso de tomar aire, mis pulmones se llenaron de agua y me empecé
a ahogar. Mi cuerpo se sumergió de nuevo en tu mirada y descubrí que podla respirar. No
entendía nada, el cielo me ahogaba, pero podía respirar en el mar... ¿acaso estaba nadando en
el cielo y respirando en el agua? Recordé que así me sentía cuando estuve cont¡go, y escuché de
nuevo lo que me dijiste la noche en la que confundf la realidad con un sueño:

"No digas que nuestro amor fue un sueño".

Me despierto sobrecogido y llevo la botella de Jägger hacia mis labios. Tomo una decisión. Me
levanto sin mirar atrás, salgo de la habitación, la cierro con llave y la meto en la botella. Con
todas mis fuerzas, la lanzo al horizonte para que se pierda en él.

Voy a buscar mis sueños sin que dependan de ti.

VII Concurso de sueños: Morfeo

Una mano se deslizó por mi boca, sin siquiera tocarme, comencé a echar en falta el aire que me regalaba la brisa nocturna.

Todo cuanto creía ver se disipaba, se me hacían visibles figuras extrañas y se desdibujaban en el aire recuerdos, frutos de un pasado equívoco.

Caminaba lento, y mis pasos eran silenciosos, la desconfianza me había producido cierto temor a correr por un mundo donde todo funciona distinto.

A veces se divisaban luces confusas que bailaban entre la atmósfera, y sonidos desordenados que intentaban imitar mis pensamientos.

Mi aspecto se fue tornando lúgubre y apagado, y todo a mi alrededor se fue apaciguando hasta quedar reducido a cenizas.

Mi voluntad había sido anulada, y no tenía destino alguno que perseguir. Mi lealtad se vio ferozmente destruida, y todo cuanto amaba parecía desaparecer ante mí.

Mi ritmo se había acelerado, y los sentidos comenzaban a ser demasiado abstractos como para intentar domarlos. La demencia casi rozaba la realidad, y la fina línea que los separaba era visible en mi reflejo.

De pronto, unas alas me acogieron, apenas las rocé con mi poca conciencia, recuperé la vista. Sus brazos me rodeaban, y el aroma de sus flores impregnaba mis adentros, donde todo volvió a crecer.

Reconocí una melodía en la distancia, que me devolvió la capacidad de escuchar. El batir de sus alas calmaba lo que quedaba de mi alma, y así continuó elevándome hasta casi desfallecer.

Y, cuando todo pareció callarse, desperté.

VII Concurso de sueños: Los reinos del sueño


VII Concurso de sueños: Era un niño que soñaba (comentario)




VII Concurso de sueños: Caballo blanco


VII Concurso de sueños: Mi sueño


VII Concurso de sueños: Pesadillas



VII Concurso de sueños: El sueño de Paula


VII Concurso de sueños: Ellos


VII Concurso de sueños: Mariposa


VII Concurso de sueños: Puertas en el bosque


VII Concurso de sueños: Estrella


martes, 8 de enero de 2019

VII Concurso de sueños: Dream


VII Concurso de sueños: Soñemos despiertos


VII Concurso de sueños: Sol


VII Concurso de sueños: Ovillo


VII Concurso de sueños: Todo es posible


VII Concurso de sueños: Colores


VII Concurso de sueños: Desconectemos


VII Concurso de sueños: Viaje


VII Concurso de sueños: Caballo negro


VII Concurso de sueños: Soñemos


VII Concurso de sueños: Las pesadillas también son sueños


VII Concurso de sueños: Sueño y realidad



VII Concurso de concurso: Cometa


VII Concurso de sueños: Alcanzando sueños


VII Concurso de sueños: Hacerlo


VII Concurso de sueños: Bestiario


VII Concurso de sueños: Las pesadillas de unos...


VII Concurso de sueños: Boda


VII Concurso de sueños: Todo el mundo disfruta


VII Concurso de sueños: Moon Dream


VII Concurso de sueños: Volar


VII Concurso de sueños: Aventuras


VII Concurso de sueños: Cada sueño se hace posible


VII Concurso de sueños: Never give up


VII Concurso de Sueños: F1


Hora de despertar: Concurso de sueños

Pues sí: incluso esas vacaciones épicas en las que casi olvidamos nuestro nombre llegan a su fin, y eso abre la puerta a que sucedan cosas nuevas. Por ejemplo, que, a modo de regalos colectivos de Reyes, llenen estas páginas virtuales los trabajos presentados al Concurso de Sueños de este curso.

Durante una semana, hasta el próximo miércoles 16, los trabajos estarán disponibles en el blog junto con una pequeña plantilla que aparece al final de cada entrada y en la que los lectores y espectadores podéis dejar vuestra valoración. El jueves 17 procederemos al cómputo de las valoraciones y entregaremos los premios correspondientes el miércoles 23 en el recreo en la Biblioteca.

Desde aquí, os agradecemos a todos vuestra participación, que da sentido a estos empeños un poco locos en los que nos afanamos.

Feliz Año. Y que no decaiga.