Estamos de enhorabuena: en esta entrada, Nazaret Obregón Díaz, de 4ºB, nos trae su análisis de una canción del cantautor Javier Krahe inspirada en la Odisea homérica (de la que hemos estado leyendo en clase de Latín una estupenda adaptación de Rosemary Sutcliffe, Los viajes de Ulises; tanto los poemas homéricos como los libros de Sutcliffe están en la Biblioteca).
CARA A: EL LIBRO
Los libros de los que procede el material de la canción son la Ilíada y la Odisea de Homero, escritos en el s.VIII a.C. Tanto la Ilíada como la Odisea fueron consideradas por los griegos de la época clásica y por las generaciones posteriores como las composiciones más importantes de la literatura de la Antigua Grecia y fueron utilizadas como fundamentos de la pedagogía griega. En clase de Latín hemos utilizado sendas adaptaciones modernas de estos libros: Las aventuras de Ulises y Naves negras ante Troya:
• El libro Naves negras ante Troya (de Rosemary Sutcliff), adaptación de la Ilíada, relata el porqué del inicio de la guerra de Troya y el desarrollo de la misma y cómo finalmente vencen los griegos gracias a la idea de Ulises de un caballo de madera, que sirvió como medio para ganar la guerra, la cual duró 10 años.
• El libro Las aventuras de Ulises (también de Rosemary Sutcliff), adaptación de la Odisea, cuenta los peligros que tuvo que sortear Ulises para regresar de nuevo a Ítaca junto a su amada Penélope y su hijo Telémaco y la situación que estaban viviendo en Ítaca Telémaco y su madre y cómo Telémaco intenta buscar a su padre para evitar que su madre se case con uno de los hombres que la están pretendiendo. Todo esto dura aproximadamente unos diez años.
LA ILÍADA
La Ilíada es una epopeya griega y el poema más antiguo escrito de la literatura occidental. Se escribió en el s. VIII a.C y se atribuye a Homero. Compuesta en hexámetros dactílicos, consta de 15.693 versos divididos en 24 cantos y su trama gira en torno a la cólera de Aquiles. Narra los acontecimientos ocurridos durante 51 días en el décimo y último año de la guerra de Troya. Del estilo que presenta la obra, podemos destacar que utiliza un lenguaje arcaico, artificioso, muy alejado del griego de su época y que utiliza recursos como la yuxtaposición (que consiste en la unión de dos proposiciones, coordinadas o subordinadas, sin emplear una conjunción o nexo que las relacione explícitamente, para formar una oración compleja) o la parataxis (que consiste en la relación que se produce cuando no hay entre las proposiciones ninguna relación de dependencia sintáctica mutua).
LA ODISEA
La Odisea es un poema épico griego compuesto por 24 cantos, el cual se atribuye también a Homero. Se cree que se escribió en el siglo VIII a.C. y utiliza, como la Ilíada, una variante muy peculiar del griego, el llamado dialecto homérico. Narra la vuelta a casa del héroe griego Ulises (Odiseo) tras la Guerra de Troya. Ulises tarda veinte años en regresar a la isla de Ítaca debido a los numerosos contratiempos que encuentra en su camino de regreso, período durante el cual su hijo Telémaco y su esposa Penélope han de tolerar en su palacio a los pretendientes, que pretenden casarse con Penélope y hacerse con el título de rey de Ulises (porque creían que ya estaba muerto). Comienza in medias res, es decir, que empieza en mitad de la historia, contando los hechos anteriores a base de recuerdos o narraciones del propio Ulises. El poema está dividido en tres partes: Telemaquia (cantos del I al IV), el regreso de Ulises (cantos del V al XII) y la venganza de Ulises (cantos del XIII al XXIV).
El final de la obra varia según el “autor” que la cuente, ya que según la versión de Homero finalmente Penélope reconoce a Ulises, pero según otras versiones, como la recogida en la canción de Krahe (Como Ulises), cuando Ulises vuelve a casa se encuentra con una situación muy diferente a la que él se esperaba, es decir, Penélope está casada con uno de los pretendientes y Telémaco admite a dicho pretendiente como padre.
CARA B: LA CANCIÓN
COMO ULISES
No sé cual es más bella,
si
la mar, la vela o la estrella,
y
las tengo al navegar,
las tengo al navegar,
las tengo al navegar,
la estrella, la vela y la mar.
Yo, como Ulises, he sido
de Penélope el marido,
y me alejé de esa joya
por unirme a Agamenón,
que iba a la guerra de Troya,
me pedía el cuerpo acción.
Y tuve acción, tuve guerra,
ríos de sangre por tierra,
y, entre hecatombes y vino,
Aquiles, casi divino.
Y el mejor de mis engaños:
un caballo de madera.
Y Aquiles que desespera
y muere. Fueron diez años.
Y me volví para casa,
pues de Ítaca el rumbo,
y ya sabéis lo que pasa,
dando un tumbo y otro tumbo.
Y, ¿qué queréis que uno haga
si al primer tumbo me tumbo
en el lecho de una maga?
Baste deciros que tanto
de Calipso fue el encanto
que me acosté en aquel lecho
un par de años, quizá tres,
y siempre estaba desecho.
Pero el tiempo es como es.
Y rompe el encanto un día.
Y sigues tu travesía,
resistes a duras penas
cánticos de las sirenas,
y visitas el infierno
donde Aquiles y tu madre,
aunque Cerbero les ladre,
tienen frío, y es eterno.
Y otra vez de vuelta a casa,
otra vez de Ítaca al rumbo,
y ya sabéis lo que pasa:
doy un tumbo y otro tumbo
y, otra vez mi suerte aciaga,
y, esta vez casi sucumbo
en el lecho de otra maga.
Circe de turbio recuerdo
me quería para cerdo.
Lo fueron mis camaradas,
a mí me salvó algún dios.
Y le afeé sus cerdadas:
que te zurzan, Circe, adiós.
Y, al mar, me dicta mi instinto,
al mar, que es un laberinto.
Y sopla un viento contrario
y doy con un sanguinario
cíclope vil, Polifemo.
Aunque me tuvo a su antojo,
era un borracho y un memo.
Le clavé un palo en el ojo.
Nadie, gritaba, me ciega,
Nadie, gritaba acusica.
Con Poseidón no se juega
y naufrago hacia Nausícaa,
linda princesa feacia,
a quién traté en plan colega
con extrema diplomacia.
Y me alojé en el palacio
de su padre, el rey feacio,
y me contaron mi historia
sin saber que yo era yo,
y en un momento de euforia
mi gloria me descubrió:
—Señores, sí, soy Ulises,
vuelvo de muchos países,
debo seguir navegando,
Ítaca me está esperando.
Me ofrecieron un navío
y remeros, los mejores.
Y zarpé hacia mis amores,
mi Penélope y el crío.
Ítaca al fin, veinte años,
Ítaca al fin, no son nada,
unos cuantos desengaños
y es el mar agua pasada.
Me disfracé de mendigo:
vi a Penélope casada
con un antiguo enemigo.
Ahora soy un ex marido
y en ex padre, y he sabido
que guardó un tiempo mi ausencia
bordando que era un primor;
que se agotó su paciencia;
que rompió su bastidor.
En uno de sus repentes
y a uno de los pretendientes
parece ser que le dijo:
—Padre serás de mi hijo
y tendremos otros varios.
Ulises, si es que regresa,
se llevará un sorpresa,
me lo dictan mis ovarios.
Y ahora, perdido mi rumbo,
ahora voy adonde sea,
un tumbo doy y otro tumbo
y prosigo mi odisea
en otras tristes canciones.
Sólo Hermes y Atenea
comparten mis libaciones.
No sé cual es más bella,
si
la mar, la vela o la estrella,
y
las tengo al navegar,
las tengo al navegar,
las tengo al navegar,
la estrella, la vela y la mar.
COMENTARIO
Notamos en las canciones de este cantautor una relación con los poemas jocosos del Siglo de Oro, pues utiliza un estilo similar al de estos. Las letras de Krahe son una mina de vocablos expresivos y giros de origen conversacional, al mismo tiempo que encontramos numerosos coloquialismos.
Como Ulises está dedicada al héroe griego protagonista de la Odisea, Ulises y se podría decir de ella que es una adaptación de la misma. En los versos de la canción encontramos restos de la epopeya clásica como “ríos de sangre por tierra”, “entre hecatombes y vino”, “Aquiles casi divino”, “al mar me dicta mi instinto, / al mar que es un laberinto” o “sopla un viento contrario”.
Es una canción de carácter polifónico, en la que se alternan vocablos cultos y coloquiales. En ella se da un recurso lingüístico denominado antanaclasis, es decir, la utilización en posiciones cercanas de dos palabras homónimas o de una palabra polisémicas con una acepción distinta cada vez, de este recurso podemos destacar que Góngora lo utilizo en su letrilla “Dineros son calidad” y en Como Ulises aparece en:
Y me volví para casa,
puse de Ítaca el rumbo,
y ya sabéis lo que pasa,
dando un tumbo y otro tumbo.
Y, ¿qué queréis que uno haga
si al primer tumbo me tumbo
en el lecho de una maga?
puse de Ítaca el rumbo,
y ya sabéis lo que pasa,
dando un tumbo y otro tumbo.
Y, ¿qué queréis que uno haga
si al primer tumbo me tumbo
en el lecho de una maga?
También encontramos recursos como la paronomasia, la cual consiste en utilizar en posiciones inmediatas dos palabras de gran semejanza fonética. La encontramos en:
Circe de turbio recuerdo
me quería para cerdo.
Lo fueron mis camaradas,
a mí me salvó algún dios.
Y le afeé sus cerdadas:
que te zurzan, Circe, adiós.
me quería para cerdo.
Lo fueron mis camaradas,
a mí me salvó algún dios.
Y le afeé sus cerdadas:
que te zurzan, Circe, adiós.
Encontramos versos con vocablos y constituciones más conversacionales, como:
«Nadie», gritaba, «me ciega»,
«Nadie», gritaba acusica.
Con Poseidón no se juega
y naufrago hacia Nausícaa,
linda princesa feacia,
a quién traté en plan colega
con extrema diplomacia.
«Nadie», gritaba acusica.
Con Poseidón no se juega
y naufrago hacia Nausícaa,
linda princesa feacia,
a quién traté en plan colega
con extrema diplomacia.
La canción altera el orden de los sucesos. Krahe sitúa en primer lugar el “romance“ que tuvo Ulises con Calipso durante unos años, después el episodio de las sirenas y el viaje al Hades, a continuación la estancia con Circe junto a sus hombres en la isla de las maga, después el enfrentamiento con el cíclope Polifemo y a continuación la llegada a la isla de los feacios.
El orden “real”, es decir, el orden que Homero establece en su obra, es el siguiente:
1. Se enfrenta con el cíclope Polifemo.
2. Llega a la isla de Circe, donde permanece junto a sus hombres durante varios años.
3. Hace frente a los cánticos de las sirenas.
4. Permanece con la maga Calipso durante varios años, hasta que finalmente le deja regresar a Ítaca.
5. Llega a la isla de los feacios.
Vemos que ciertas estrofas se repiten a lo largo de la canción a modo de estribillo. Uno de sus versos (veinte años no es nada) hace referencia a una frase de una de los tangos más famosos de Carlos Gardel, Volver. Algunos versos también hacen referencia a refranes, como agua pasada no mueve molinos.
Podemos destacar que la canción presenta una estructura en forma de anillo, es decir, que la primera estrofa de la canción se repite al final, cerrando así la composición. Señalemos, por último, que como ya hemos comentado, da a la historia un final diferente al narrado en la Odisea de Homero.
NAZARET OBREGÓN DÍAZ
4º E.S.O. B
I.E.S. AUGUSTÓBRIGA
4º E.S.O. B
I.E.S. AUGUSTÓBRIGA
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