domingo, 26 de febrero de 2012

Desmontando tópicos

Escribo esta reseña porque el libro del que soy coautor pasa a formar parte de vuestra biblioteca. Hace unos años Juan Mateo y yo decidimos escribir esta obra que es una crítica a un inmenso catálogo de frases hechas, tópicos y lugares comunes que se utilizan coloquialmente en las conversaciones. La obra pretende demostrar que muchas veces nuestro pensamiento se encuentra muy cómodo empleado tópicos y frases manidas, pero esos tópicos y frases hechas no soportan ningún análisis serio. Los tópicos demuestran que nos da pereza indagar, ser críticos, que muchas veces nuestro pensamiento no quiere pensar, que somos muy poco originales a la hora de confeccionar argumentos. A mí me gusta afirmar que los tópicos son como las catedrales, grandilocuentes por fuera, huecos por dentro.

Para el título del libro elegimos un tópico muy cotidiano («el trabajo dignifica»), que transparenta con bastante fidelidad el contenido que os podréis encontrar en sus páginas. En las entrevistas que hicimos los días de su publicación siempre nos preguntaban por este título. Recuerdo que yo argumentaba que la dignidad es un derecho que las personas nos hemos dado a nosotros mismos por el hecho de serlo, probablemente para protegernos de nuestra condición depredadora (nos gusta convertir en nuestro alimento al más débil a través de la explotación, la sumisión, la subyugación, el miedo, el robo de su autoestima), y que por tanto ninguna actividad nos dignifica. El trabajo tampoco. No está de más recordar aquí que trabajar es entregar tu tiempo y tu habilidad a una actividad concreta encorsetada en un horario de la que saldrá un bien o un servicio. Por esa tarea uno es retribuido, recibe un salario. Ya está, no hay que mitificarlo más. Como hay muchos tipos de trabajo, trabajar nos puede gustar, divertir, ampliar, humanizar, congratular, satisfacer, colmar, motivar, llenar; pero también alienar, empequeñecernos, desmotivarnos, deshumanizarnos, cosificarnos, aburrirnos. Eso sí, ningún trabajo nos puede dignificar. Somos dignos por ser personas. Yo siempre recuerdo que el trabajo no nos dignifica, pero es de las cosas que más fácilmente te puede arrebatar la dignidad. Es sólo un ejemplo de la objeción del tópico que titula la obra. El libro atesora cien tópicos más. Ojalá que su lectura os ayude a fortalecer la construcción de vuestros argumentos. Somos qué y cómo argumentamos y poca cosa más.


Escrito por

En la actualidad forma parte del equipo de investigación de [ENE] Escuela de Negociación. Es licenciado en Filosofía y Ciencias de la Educación por la Universidad de Salamanca. Ha trabajado en el departamento de I+D de diferentes empresas relacionadas con la formación en habilidades directivas. Coautor del ensayo «El trabajo dignifica y cien mentiras más» (LID, 2007)

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