martes, 23 de abril de 2013

Unas palabras de nada: Nazca el niño negativo (Rafael Sánchez Ferlosio)


Rafael Sánchez Mazas, notable escritor falangista, tuvo dos hijos que heredaron el talento del padre, pero no su orientación política: ambos, José Antonio Julio Onésimo (más conocido como Chicho) y Rafael, fueron militantes antifranquistas y destacaron enseguida, Chicho como compositor y cantante de canciones (tan buenas que en muchos casos se tomaron por composiciones tradicionales) y Rafael como narrador. En los libros de texto solemos recordarle por su novela de 1955 El Jarama, que supuso una novedad por su reproducción fidelísima del lenguaje coloquial de los jóvenes protagonistas; pero Ferlosio valora más, quizá con razón, otras suyas, como las Industrias y andanzas de Alfanhuí, de 1951, maravillosa novela de formación que nuestros alumnos amarían, si la conocieran,  y Vendrán más años malos y nos harán más ciegos, libro de 1993 que reúne apuntes ensayísticos, aforismos y poemas. Uno de ellos es este villancico, muy cercano en el espíritu al de los poemas de su amigo Agustín García Calvo:

Nazca el niño negativo,
nadie, nunca, nada, no.

Si amanece la arrogancia
de la fuerza y el valor,
niño débil y cobarde,
niño noche y deserción.
Nazca el niño negativo,
nadie, nunca, nada, no.

Si relumbran los fusiles
de la blanca afirmación,
niño oscuro, niño inerme,
niño niebla y evasión.
Nazca el niño negativo,
nadie, nunca, nada, no.

Si los médicos prescriben
la alegría y la salud,
niño triste, niño enfermo,
sin niñez ni juventud.
Nazca el niño negativo,
nadie, nunca, nada, no.

Si en el quicio de la carne
la palabra se escindió,
niño niño, niño niña,
niño luna, niño sol.
Nazca el niño negativo,
nadie, nunca, nada, no.

Si a la luz de la justicia
toda culpa se aclaró,
niño bueno, niño malo,
sembrador de confusión.
Nazca el niño negativo,
nadie, nunca, nada, no.

Si la lógica decide
de la verdad y el error,
niño cierto, niño falso,
blanco de contradicción.
Nazca el niño negativo,
nadie, nunca, nada, no.

Si entre la carne y el verbo
imposible fue el amor,
niño nadie, niño nunca,
niño nada, niño no.

1 comentario:

  1. "Vendrán más años..." es un libro maravilloso lleno de pepitas de sabiduria. Adjunto enlace a un breve texto que he escrito sobre uno de sus pasajes más enigmáticos (el que se refiere a la ceguera del título) por si a alguien le interesa echarle una ojeada:
    http://bailarsobrearquitectura.wordpress.com/2014/03/19/imagen-y-ceguera/
    Saludos y enhorabuena por el blog!
    Iago López

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