miércoles, 17 de octubre de 2012

Edipo Rey

Uno de los libros que leemos en Literatura Universal es Edipo Rey, de Sófocles. Se trata de una tragedia griega —o, más bien, de la tragedia griega por antonomasia, pues así la declaró Aristóteles en su Poética, y desde entonces su prestigio no ha hecho sino crecer y multiplicarse. Freud encontró en ella la clave con la que intentó descifrar el alma humana, Pasolini la llevó al cine a su manera, y apenas hay lector que se asome al texto que no quede atrapado por sus múltiples sugerencias.

El texto que sigue va dirigido a los que ya habéis leído la obra (los otros, ¿a qué esperáis?).  Recoge de forma esquemática algunas claves de lectura que pueden ser útiles para sacarle jugo al drama. Aunque se examinan bastantes aspectos, seguro que faltan otros. Siéntete libre, lector, para dejarnos un comentario con tu opinión sobre la obra y sus conexiones con todo lo demás. Si te apetece, aquí tienes una exposición redactada de las mismas ideas.

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Edipo razonado 

1. Motivos propios de cuentos populares y leyendas 

1.1. Reyes que no tienen hijos buscan ayuda sobrenatural.
1.2. Hijo abandonado para que muera sobrevive.
1.3. Niño adoptado crece sin saber su verdadera identidad.
1.4. Héroe parte en busca de aventuras / de su propia identidad.
1.5. Héroe se enfrenta con monstruo, lo vence, recibe a cambio la mano de la princesa y hereda el reino.
1.6. Héroe resuelve enigma.
1.7. Personaje que cree huir del Destino acude en realidad a su encuentro.

2. Elementos rituales 

2.1. Chivo expiatorio (pharmakós) que concentra todos los males de la comunidad es expulsado de esta o aniquilado. Por medio de un sorteo o investigación se determina a quién le toca la china.

2.2. La representación teatral es un rito en sí. Lo representado vuelve a suceder, y con ello sus consecuencias. El final trágico purifica a la comunidad y a cada espectador: katharsis, catarsis.

3. Juego con los elementos narrativos

3.1. Personajes: no están definidos de una manera absoluta. No son lo que creen ser (Edipo, Yocasta). Se les toma por lo que no son (Tiresias, Creonte, Edipo). Son varias cosas a la vez (mensajero, criado). En un momento determinado, se revela su verdadera identidad: anagnórisis.

3.2. Acción: no está claro qué ha sucedido, hay versiones divergentes. ¿Murió el niño o sobrevivió? ¿Quién mató a Layo? ¿Es el hombre al que mató Edipo Layo? ¿Fueron uno o muchos los asesinos? ¿Miente Tiresias? ¿Vino a callar o a 'decir lo que tenía que decir'? ¿Conspiran el adivino y Creonte contra Edipo?

4. Metateatralidad 

4.1. Los personajes son conscientes de estar cumpliendo papeles, roles: Edipo se porta como supone que debe hacerlo un rey, Tiresias hace de adivino, Yocasta como esposa (¿o madre?) amantísima. Al final de la obra, Creonte asume el papel que tenía Edipo (rey) y Edipo el de Tiresias (mendigo ciego).

4.2. Además, son conscientes de que sus papeles están escritos de antemano, por mano ajena: Tiresias le dice a Edipo que si calla cada uno de ellos soportará mejor su parte: tú lo tuyo y yo lo mío. El mensajero le reprocha a Edipo que no sabe su propio cuento.

5. Género literario

5.1. La obra es una tragedia. De hecho, según Aristóteles, es la tragedia por excelencia, el modelo perfecto, porque en ella la anagnórisis del personaje va unida a la peripecia: la caída del personaje desde su condición elevada a la de mendigo maldito.

5.2. Pero, al mismo tiempo, la obra es también un prototipo del género policíaco, lo que los ingleses llaman whodunit: “una variedad de trama compleja dentro de la novela policíaca, en la que una especie de rompecabezas es su principal característica de interés. En este subgénero se proveen al lector los indicios acerca de la identidad del autor del delito, para que pueda deducirlo antes de la solución que se revela en las últimas páginas del libro. Por lo general la investigación suele ser realizada por un detective aficionado o profesional, frecuentemente excéntrico y erudito.” (Wikipedia s.v. Whodunit)

5.3. La obra es también un prototipo de la investigación psicoanalítica, en la que se trabaja por sacar a la luz lo que permanecía oculto, inconsciente. Este componente resulta ser una acción vergonzosa contra los propios padres: matar al padre y hacer el amor con la madre. Freud señalará que todos padecemos el complejo de Edipo, por lo que la terapia psicoanalítica es siempre paralela al desarrollo de Edipo rey.

6. Cuestiones políticas

6.1. En la obra no se cuestiona la monarquía, pero se ponen límites a su ejercicio, para que no degenere en tiranía (la arrogancia engendra al rey tirano).

6.2. Se defiende el derecho a la réplica de los que son acusados por el Poder (Creonte) y la independencia del poder religioso (Tiresias) respecto al profano.

 6.3. Se expone la brutalidad de la tortura, que fuerza a hablar al que desea guardar silencio.

7. Cuestiones éticas.

7.1. Se plantea la dificultad de juzgar a quienes hacen el mal creyendo hacer el bien. ¿Es malo quien hace el mal o solo quien lo comete a sabiendas?

7.2. ¿Es aceptable la pia fraus, la mentira piadosa, como parece creer Yocasta?

7.3. ¿Puede considerarse buena la búsqueda a cualquier precio de la Verdad, aunque produzca sufrimiento?

7.4. ¿Dónde acaba la providencia divina y empieza la libertad humana, y con ella la responsabilidad?

8. Certezas antropológicas ancestrales

8.1. La Tierra es el Rey, el Rey es la Tierra. La salud de la una depende de la del otro. Si la Tierra enferma, el rey está enfermo: hay que curarlo o amputarlo.

8.2. Hay que aplacar a las almas en pena. La muerte violenta de un hombre genera un fantasma vengativo. Si además es Rey, la Tierra toda queda herida.

8.3. Por tanto, quien la hace la paga. Quien mata a su padre y siembra en su propia madre debe ser castigado. No importa en qué condiciones haya tenido lugar la acción. No hay atenuantes.

8.4. La culpa se hereda. Los hijos deben pagar los pecados de sus padres. Un crimen grave (así, el rapto del niño Crisipo por Layo) supone una maldición que no se detendrá hasta la destrucción de toda la estirpe del criminal.

9. Cuestiones metafísicas

9.1. Natura ama esconderse (Heráclito). Las cosas pueden y suelen ser más complejas de lo que parecen: tienen su cara y su cruz. Cada objeto y personaje tienen su sombra, mayor cuanto más elevado sea quien la proyecta. El benefactor de la Patria puede ser al mismo tiempo el enemigo público número uno. El ciego es vidente. El criminal puede ser un santo.

9.2. La pérdida de todas las posesiones es también la pérdida de todas las ataduras, de todos los compromisos: la libertad. Freedom is just another name for nothing left to lose.

9.3. La vida humana es a menudo una ilusión, un sueño. Despertar de él es un trauma terrible. Pero es peor aún olvidar que vivimos en la apariencia y creer que hemos alcanzado una verdad definitiva, estable, absoluta.

9.4. Los mitos son modelos de la conducta humana: señalan patrones que tendemos a repetir de forma inconsciente. Conocerlos nos permite ser conscientes de la inercia que guía nuestro comportamiento: nos da una posibilidad (grande o pequeña) de cambiarlo, un punto de distancia – y nos permite comprendernos mejor, poniendo nuestra experiencia en relación con la experiencia ajena, con la tradición de la Humanidad.

9.5. Sentirse extraño, descubrirse distinto a lo que uno creía sobre sí mismo, es lo más común y normal del mundo. Los que no se asombran, tanto del mundo como de sí mismos, es porque no han abierto los ojos. Living is easy with eyes closed, misunderstanding all you see.

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