En Estocolmo, Bella Müller, una joven diseñadora de moda con mucho talento, tenía muchas ideas geniales y una manera de ser única, pero no lograba sacar la buena estrella de su marca. Vivía sola con su padre, un ingeniero textil que había perdido el empleo anterior debido a haber fallado en un gran proyecto.
Un día, el padre de Bella recibió una invitación de La Bestia Keller, un tipo famoso por su capacidad creativa para idear nuevas formas de hacer ropa de una manera más rápida y mejor. Keller era un ingeniero muy inteligente, capaz de inventar máquinas para mejorar la producción de la ropa. Pero se metió en un lío al tener una discusión con otro empresario llamado Gastón, y a causa de eso, el padre de Bella fue capturado por Gastón.
Bella, muy preocupada por su padre, decidió ir a buscarlo. Siguiendo pistas, llegó a la casa de Keller, una casa que estaba alejada, que había sido construida en un bosque, en los alrededores de Estocolmo. En esta casa era donde Keller vivía, un gran hombre pero muy solitario. Su cara estaba llena de cicatrices de un antiguo accidente y decidió hacerse una máscara digital que le transformó la cara. Keller había vivido muchos años solo, trabajando como un loco.
Bella le hizo una propuesta a Keller; si él dejaba escapar a su padre, ella se quedaría a vivir en su casa. Keller aceptó el trato que le proponía Bella, así que Bella se mudó a la casa de Keller. Cuando llegó, Bella pensó que Keller era un tipo muy raro, solo preocupado por hacer máquinas. Pasó el tiempo y Bella se dio cuenta de que a pesar de que no lo demostraba, Keller era una persona sensible que pasaba mucho tiempo solo, pensando en su trabajo.
Bella, a la que le gustaba mucho la moda e iba pensando en el medio ambiente, se puso a trabajar con Keller. Así es como hicieron ropa moderna y ecológica, utilizando materiales reciclados y tecnología, de manera que la ropa se adaptara a lo que cada persona necesitaba. Bella le fue explicando a Keller que la belleza no estaba solo en las máquinas bien hechas, sino en la creatividad y en las relaciones entre las personas.
Poco a poco Bella y Keller fueron inventando una buena relación de amistad, de tal forma que Bella le enseñó a Keller que sus cicatrices no le hacían menos hombre. Más bien al contrario, cuando Bella le daba una lección de vida, le fue explicando que todos tenemos defectos y que eso es lo que nos hace auténticos.
Al mismo tiempo, Gastón, que no podía soportar la relación que se había creado entre Bella y Keller, hizo lo posible para intentar que quedasen mal, utilizando para ello las redes sociales para, entre otras cosas, decir que Keller era raro y peligroso. Sin embargo, Bella hizo caso de estos ataques, y decidió presentar su nueva colección de ropa en una pasarela muy famosa en Estocolmo. Esta pasarela tuvo mucho éxito, ya que combinaba moda, sostenibilidad y tecnología.
El momento decisivo llegó en el momento en que Keller decidió mostrar por primera vez su verdadero rostro. Había cicatrices y eso fue el detalle que sorprendió menos a los demás; el gran impacto fue mostrar su humanidad, la forma en que empezaron a ver a Keller en ese momento, como una persona muy valiente que se mostró tal como era. Bella y Keller durante ese momento demostraron a los demás que la verdadera belleza no la dan las apariencias, sino que se basa en lo que está dentro de las personas.
Bella Müller y Keller continúan trabajando por su sueño de crear ropa que combine moda, tecnología y respeto por la naturaleza. Su historia muestra que la verdadera belleza está en ser uno mismo, es decir, en aceptar lo que en la actualidad algunos llaman "imperfecciones" e intentar conectarse con los demás.
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