domingo, 15 de abril de 2012

El entierro del siervo excomulgado

En la última hornada de novedades llegaron varios libros sobre leyendas urbanas, de especialistas como José Manuel Pedrosa y Jan Harold Brunvand. Mi favorito es un pequeño volumen de Jean-Bruno Renard, Rumores y leyendas urbanas, que maravillará a quien se asome a él, por lo claro, divertido e instructivo. De otro libro de Renard sobre leyendas urbanas traigo esta historia, que, como dice Sherezade en las Mil y una noches, da tanto que pensar que debería escribirse en el rabillo del ojo:
En su recopilación de cuentos humorísticos Joci ac Sales (1524), el escritor alemán Othmar Nachtgall, llamado Luscinius (1487-1535), cuenta la estratagema de un señor de Dalmacia para vengarse de los sacerdotes que se habían negado a enterrar a un siervo suyo excomulgado. El noble invita a los sacerdotes a un banquete con el pretexto de hacer las paces y les da a comer la carne del siervo. Tras revelar su acción, dos de los sacerdotes vomitan de inmediato sobre él, mientras que los otros se retiran a las letrinas para purgarse. El relato concluye con ironía: «Continúa el debate sobre dónde quedó enterrado el siervo: bien en la persona de los sacerdotes —como sostiene el señor—, bien en las letrinas o, incluso, en las las rodillas del noble». (p. 120)

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