Había una vez un circo fantasma que recorría toda la comarca del Campo Arañuelo. En el año 1978 pisó el famoso circo fantasma a dar su espectáculo, pero cuenta la leyenda que cada persona que iba desaparecía al instante y no la volvían a encontrar. Así que tres niños adolescentes de trece años de edad fueron a ver si la leyenda era cierta.
—Oye, Pedro, ¿y si vamos a ver si la leyenda es cierta? —dijo Juan.
—No sé, Juan, no estoy muy de acuerdo.
—Yo estoy con Juan, y sí es cierta —dijo Pablo con un tono atemorizante.
Entonces, los tres niños fueron al supuesto circo fantasma, a descubrir su historia. Cuando llegaron, se asombraron al no ver a nadie, pero de repente se encendieron las luces y se escuchó una voz ronca.
—Hola a todos, chicos, bienvenidos al circo.
Al escuchar la voz, los niños salieron corriendo, pero ya era demasiado tarde.
—Chicos, no os vayáis. ¿Por qué no os quedáis un ratito más?
Los tres niños intentaron salir por la puerta trasera, pero estaba cerrada y el payaso les dijo que si superaban una prueba saldrían de aquel circo, pero si no lo hacían se quedarían allí para siempre. La prueba era superar un laberinto con trampas, y tenían quince minutos para salir.
Los niños lograron salir del laberinto con la llave y se escaparon, pero al final resultó un sueño, o eso creyeron ellos.
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