Hace mucho tiempo, en un valle escondido entre montañas, vivía una chica llamada Alba, que era bondadosa y tenía un don para hablar con los animales. Un día, el sol desapareció. El valle se cubrió de oscuridad y las plantas empezaron a morir.
Los sabios dijeron que el dios del Sol estaba dormido y triste porque los humanos no daban gracias por su luz. Alba, desesperada por salvar a todos, subió sola a la montaña sagrada, llevando una flor en la mano.
En la cima encontró una cueva que brillaba, protegida por un colibrí de jade. El colibrí mágico habló:
Solo alguien de espíritu limpio puede despertar al Sol. Debes ofrecer lo que más quieres.
Alba, sin dudar, ofreció su voz, con la que cantaba desde que era pequeña. El colibrí la tocó con su pico, y su voz voló hacia el cielo convertida en luz. El sol despertó y el mundo se iluminó.
Desde ese día, cada amanecer se oye un zumbido entre las flores. Es el colibrí de jade recordando el canto de Alba. Y se dice que si una persona de espíritu limpio intenta escuchar al colibrí, entenderá el idioma de la naturaleza.
lunes, 12 de mayo de 2025
Concurso de leyendas: El colibrí de jade
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