Hace mucho tiempo, en el calabozo trabajaban muchos policías. Todo era normal, los policías hacían su trabajo, charlaban, vigilaban a los presos, etc.
Hasta que un día se empiezan a escuchar ruidos en una celda en la que no había nadie. A los policías esto les pareció raro, ya que, aparte de que había pocos presos, esa celda llevaba más tiempo cerrada de lo que alguien podía recordar por un asesinato.
Los ruidos se volvían más comunes con el paso del tiempo. Pasaban días, semanas e incluso ya meses y los ruidos seguían. Llegó a un punto en el que los policías empezaron a bromear sobre los ruidos, decían que era el fantasma del preso que falleció allí hace tantos años. Lo que no sabían es que los ruidos empezarían a volverse más y más fuertes.
Cansado, un policía fue y abrió la celda. El sonido de la puerta de podía oír desde fuera y ¡pum!, la puerta se cerró de un portazo y le siguió un grito, aparentemente del policía.
Unos pocos compañeros fueron a revisar y lo mismo, y así sucesivamente, hasta que decidieron quedarse fuera.
Desde ese día, no se volvió a ver a los compañeros, y se dice que hay días que puedes escuchar ruidos. La gente dice que es el fantasma, buscando una nueva víctima.
lunes, 12 de mayo de 2025
Concurso de leyendas: El fantasma del antiguo calabozo
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