domingo, 11 de mayo de 2025

Concurso de leyendas: La maldición de la casa señorial

En los años 50, en Navalmoral de la Mata, había una antigua posada. Era un lugar elegante para la época, donde se hospedaban viajeros de toda España. Una joven sirvienta llamada Carmen llegó a trabajar allí, ilusionada por empezar una nueva vida.
Carmen pronto se enamoró del portero de la posada, un muchacho serio que nunca le hizo caso. Desesperada, decidió hacer algo prohibido: invocar al espíritu de la Verónica, un ente oscuro que, según las leyendas, podía cumplir deseos... pero siempre a un precio muy alto.
La noche en que realizó el ritual, algo salió mal. En lugar de conseguir el amor del portero, el espíritu se apoderó de ella. Carmen se transformó en un ser endemoniado. Desde ese momento, cada noche aparecía en las habitaciones, susurrando a los huéspedes, rompiendo los espejos y llenando de miedo la posada.
La gente dejó de hospedarse allí. La posada cerró sus puertas y quedó abandonada durante muchos años. Nadie se atrevía a acercarse, pues decían que los espejos seguían rompiéndose solos y que el espíritu de Carmen aún vagaba por los pasillos, buscando al portero que nunca la amó.
Hace unos años, el edificio reabrió como la Pensión Señorial. Pero algunos clientes aseguran que, de madrugada, aún pueden oír susurros, y las sombras moverse entre los espejos rotos.

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