domingo, 3 de febrero de 2013

Concurso de sueños: Soñando con ellos (Andrea Moreno)


El sueño es el don otorgado al ser humano a través del cual llegamos a los seres queridos que ya no están entre nosotros. En ocasiones, nuestros sueños superan a la realidad y es en estas cuando el pobre encuentra su riqueza, el hambriento se siente saciado y el desamparado encuentro abrigo, es la manera de evadirse de su triste realidad. A través del sueño recuperamos el abrazo de aquella abuela que se fue, podemos volver a acariciar sus cabellos, incluso sentir un beso en la mejilla; pero de pronto una lágrima nos devuelve a la realidad. ¡Se nos ha vuelto a escapar! Y desaríamos no haber despertado.


Hay millones de sueños: sueñan los bebés, los niños, los adolescentes, nuestros padres y nuestros abuelos. A veces soñamos despiertos; soñamos que hay paz en el mundo, que el hambre y la pobreza ya no existen. Soñamos que ya no hay guerras y que por fin existe igualdad entre todos los hombres. En definitiva, soñamos con un mundo mejor.

2 comentarios:

  1. Contra lo que muchos podrían pensar, los sueños en los que aparecen personas queridas ya muertas casi nunca son siniestros: en el sueño, la realidad de tenerlos ante nosotros resulta tan indiscutible que descartamos la idea previa de que habían muerto como una falsa creencia (una más) y disfrutamos de su compañía (aunque a menudo permanece en el sueño cierta conciencia de que esta es excepcional y no puede durar mucho tiempo).

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  2. Sobre el solapamiento entre el mundo de los sueños y el de los muertos, hay un bello libro de James Hillman, discípulo de C. G. Jung: Los sueños y el Inframundo.

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